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2025 es un año clave para las plantas vascas de Tubacex, que encaran la renovación de las condiciones de trabajo. Lejos queda ya el duro conflicto laboral vivido en industria alavesa en 2021, que se cerró sin despidos pero con un acuerdo de congelación salarial hasta este recién finalizado 2024.

Dirección y sindicatos han optado por entrar a este nuevo capítulo con calma, casi de puntillas para evitar que las heridas del pasado echen por tierra el clima de entendimiento a las primeras de cambio.

No ha sido hasta iniciado el nuevo año, ya con el convenio terminado, cuando se ha programado la primera toma de contacto entre empresa y comité, aun sin entrar en contenidos de fondo ni en las pretensiones de cada parte que, por otro lado, son evidentes.

Jesús Esmorís, CEO de la compañía, es uno de los empresarios vascos que más insisten en las dificultades que generan los costes salariales en Euskadi. A la vez las centrales sindicales no ocultan que van a poner toda la carne en el asador para recuperar al menos una parte del poder adquisitivo perdido en estos últimos años.

El CEO de Tubacex, Jesús Esmorís y el presidente de Tubacex, Manuel Moreu. EP

Subida de LAB y STAT

La previsión es que hay por delante una negociación larga. Las últimas elecciones al comité de empresa, celebradas entre el fin del último conflicto y este nuevo hito laboral, mantienen a ELA como primera fuerza, aunque crecen sobre todo las centrales que se opusieron al acuerdo para la paz social como son LAB y el independiente STAT, que sumarían ahora mayoría (17 de 31 delegados).

Es un hecho que Tubacex, por una cuestión de tiempos (se acordó la congelación salarial justo antes del pico de inflación de 2022), es una de las pocas grandes industrias vascas que ha dejado sin compensar a su plantilla casi todo el encarecimiento de la vida producido estos años, más del 10% si se suman los IPC entre 2022 y 2024.

Todo ello en un momento relativamente tranquilo en el que la firma alavesa, pese a las incertidumbres de la siderurgia, está sabiendo ganar nuevos pedidos en su mercado central, el oil&gas, además de mejorar posiciones en nichos ligados a la descarbonización.

Tubacex acaba de cerrar el acuerdo con el fondo soberano Mubadala para obtener músculo económico para acometer inversiones, entre ellas la nueva planta de Abu Dabi desde la que se dará salida al macrocontrato con Adnoc que, en las primeras fases de producción, tira de la carga de trabajo de Álava.