"A lo largo de 2025 estoy seguro de que veremos más operaciones", señalaba el consejero de Hacienda, Noël d'Anjou, sobre el futuro de Finkatuz en la presentación oficial de la primera participación del fondo para el arraigo de la legislatura de Imanol Pradales.
Una declaración de intenciones que coincide en el tiempo con el anuncio de cierre de la histórica Guardian Glass, empresa tractora de la comarca de Aiaraldea, de la que hace unos años se desgajó el negocio de parabrisas dando lugar a Glavista, que quedó sin futuro al no prosperar la entrada de socios en el proceso concursal.
El departamento de Industria de Mikel Jauregi ha anunciado que buscará inversores para tratar de mantener esta parte de Guardian que sigue en pie, con cerca de 200 empleos, después de reconocer el consejero su "sorpresa" por el anuncio de la multinacional norteamericana.
Guardian alega daños muy costosos de enmendar en un horno para explicar su marcha de Llodio. Aunque el anuncio coincide plenamente con la investidura de Donald Trump en Estados Unidos, lo cierto es que el propio comité del fabricante de vidrio reconoce que la decisión se veía venir tras lo ocurrido con Glavista y la falta de inversiones.
Otro sector 'tocado'
Con todo, el jarro de agua fría llega en un sector como es el vidrio en el que Euskadi tiene un puñado de firmas punteras, caso de Vidrala o Vicrila. De hecho el gobierno anterior de Iñigo Urkullu trató de impulsar un hub del vidrio en Llodio para convertir al municipio alavés en referencia europea del sector.
La situación de Guardian aleja en todo caso esa posibilidad y, de confirmarse el cierre, restaría un activo vital a la comarca del Valle de Ayala.
En un momento de cierta estabilidad económica sobre todo gracias a los servicios, hostelería y turismo, la industria vasca mantiene una tendencia bastante más plana, con ámbitos pujantes como la energía o la tecnología y otros sectores tradicionales apagados perdiendo piezas en forma de goteo, lo que está impactando en el empleo.
La automoción, castigada por el estancamiento de la economía alemana, ha perdido recentemente ya de facto otra firma histórica como es Matrici, cooperativa del grupo Mondragon que no ha podido resistir el bajón de pedidos de los grandes fabricantes europeos.
Reforzar empresas estratégicas
La evolución de las exportaciones o las sensaciones transmitidas por las empresas del sector hacen evidente que la industria vasca necesita recuperar punch, y en esa clave se maneja el Ejecutivo de Pradales, que ha dado a Finkatuz máxima prioridad.
Aunque se trata de un fondo destinado a consolidar compañías en una buena posición, la participación de 15 millones en Grupo Arania sirve para afianzar con inversiones un proyecto al alza a nivel internacional pero a la vez para ejercer un cierto tirón sobre la actividad de la siderurgia vasca, proveedora de la firma familiar con sede en Amorebieta.
Ese acelerón que se espera por parte de Finkatuz llega además después de que varias empresas de mediano tamaño hayan pasado a inversores de fuera de Euskadi en los últimos meses y, por ello, hayan iniciado un nuevo rumbo cuyo desenlace es incierto.
Respecto a Guardian, el Ejecutivo vasco asegura estar dispuesto a apoyar su continuidad por diversas vías aunque la condición imprescindible es que aparezca un inversor privado interesado en mantener la actividad.