Corre el reloj en favor de la vía vasca por Talgo que encabeza Sidenor. En vísperas de que termine el plazo que dio el fondo Trilantic para recibir ofertas, no hay noticias ni de la polaca Pesa ni de Jupiter Wagons, lo que acerca mucho a José Antonio Jainaga al control de la firma ferroviaria.
Se llegó a dar por hecho hace unos días que tanto polacos como indios iban a ser serios rivales de Sidenor en el control de Talgo, pero las jornadas han ido pasando y la presión política habría hecho efecto, según recogen distintos medios, que apuntan incluso a que Pesa y Jupiter Wagons han decidido finalmente no hacer ofertas ni embarcarse en una OPA.
De esta forma Jainaga se acerca mucho al timón de Talgo, aunque tal y como se han desarrollado las negociaciones no es descartable un giro de guión de última hora, incluso que Trilantic opte por dar más tiempo más allá de este viernes para resolver la cuestión.
La dimisión de varios consejeros de Talgo representantes de Pegaso, la sociedad que reúne a los accionistas mayoritarios que encabeza Trilantic, hacía pensar en una resolución inminente, pero el culebrón sigue sin resolverse cuando quedan poco más de 24 horas para que concluya el plazo que ha dado el fondo estadounidense.
Planta de Talgo
Respaldo político
Como se recordará, Sidenor elevó la semana pasada su oferta hasta los 4,15 euros por acción (mejorable según objetivos) gracias a la aportación económica de Finkatuz, BBK y Vital.
Jainaga lograba así respaldo político para situar la pelota en el tejado de Trilantic, que tiene el tiempo contado para abandonar la posición en la compañía ferroviaria ante los malos resultados que se harán públicos a finales de mes.
El dueño de Sidenor cuenta con el aval del Gobierno vasco y, aunque aun no ha entrado en ese consorcio la Sepi, también con Moncloa, desde la que se lleva trabajando muchos meses para tratar de paralizar cualquier opción que pueda dejar el control de Talgo en manos extranjeras.
Por otro lado, fuentes próximas a las negociaciones apuntan a que no sería descartable que, incluso una vez asegurada la entrada de Sidenor, se pueda abrir una segunda fase negociadora en la que otras grandes compañías como Pesa estudien alianzas a nivel industrial y comercial, incluso accionariales. Talgo demanda inversiones millonarias en suelo, plantas productivas y capital humano para dar salida a los pedidos pendientes.