ITP convence a Moncloa y promete un alto rendimiento a Bain en la futura venta

Estamos dispuestos a seguir invirtiendo en la industria de Euskadi. Fue uno de los mensajes de Ivano Sessa, de Bain Capital, en su intervención por videoconferencia en el acto de inauguración del nuevo centro de innovación de ITP Aero.

Las palabras, viniendo de un fondo de inversión, tienen su enjundia. Desde el principio se consideró a Bain, que controla el 80% del fabricante vasco de motores de avión, un fondo diferente. Mayor vocación por relanzar el perfil industrial de sus participadas y, sobre todo, un periodo de permanencia más largo que da más margen para acometer inversiones productivas como este nuevo centro de fabricación avanzada en Zamudio, con 24 millones de euros.

Los primeros pasos del fondo estadounidense, al que acompañan en el capital Indra (el primer accionista es la Sepi) y el Gobierno vasco, prometen. La propia presencia de Pedro Sánchez en la puesta de largo de la nueva instalación da cuenta de la relevancia que ha adquirido ITP en pocos años y del papel que puede jugar a futuro como firma estratégica a nivel nacional.

Aunque la mayor parte de los ingresos vienen aun de la aviación comercial, no se oculta que el interés principal de ITP para Moncloa es poder ejercer cierto control sobre un proveedor esencial para la industria de defensa que refuerza el sentido de la participación española en programas como el FCAS (nuevo avión de combate junto a Francia y Alemania).

Pradales, Sánchez y Marisol Garmendia con el presidente de ITP, Juan María Nin / Miguel Toña EFE

Indra quiere más

Evidentemente todo esto aumenta el atractivo de la compañía y realza la posición del accionista principal, que tuvo que poner en su día 1.800 millones de euros para cerrar su entrada, aunque luego recuperó parte con la venta de las porciones a Finkatuz, JB Capital e Indra.

Centro de innovación de ITP Aero / Iñaki Berasaluce EP

Esta última ya ha reconocido abiertamente su interés en poder ampliar su peso en ITP Aero (tiene el 9,5%) en los próximos años fruto de esa consideración de estratégica que tiene la compañía. Así lo declaraba Ángel Escribano, presidente de la tecnológica española y consejero de ITP en sustitución de Marc Murtra, al desgranar la hoja de ruta hasta final de la década. La declaración de intenciones es clara: en el momento en que Bain decida abandonar posiciones en la aeronáutica de Zamudio, que ya ha reportado una suculenta primera ronda de dividendos, Indra será la primera interesada en ampliar su parte.

Sánchez conversa con Pradales en ITP Aero / Miguel Toña EFE

Esa desinversión por parte del fondo no parece desde luego cercana en el tiempo, a tenor del discurso de Sessa y la prometedora proyección de la compañía. Pero tarde o temprano se producirá, eso es seguro, y habrá que ver qué papel quiere jugar el Gobierno vasco, que tiene ahora el 6% y a la vez esa limitación por la configuración del fondo Finkatuz, que en principio no aspira a participaciones de más del 20%.

El interés por el control desde Lakua y Moncloa de ITP no deja de tener similitudes con la operación de Talgo, empresa esta también considerada estratégica aunque cotizada, con menor valor global y con problemas estructurales a nivel de producción que nada tienen que ver con la realidad de la firma de Zamudio.