La nueva presidenta del Colegio de Economistas (Ekonomistak), Cristina Andrés / Araba Press
Cristina Andrés (Ekonomistak): "Euskadi es atractiva pero hay que mirar qué tipo de inversión viene"
La vizcaína Cristina Andrés acaba de ser proclamada oficialmente nueva presidenta del Colegio Vasco de Economistas (Ekonomistak), una de las instituciones profesionales de este tipo más fuertes de Euskadi con en torno a 4.000 colegiados
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Es de Santurce, o del gran Bilbao, dice ella, y se enfrenta a su primera entrevista tras su nombramiento como presidenta de los economistas vascos con el aval de conocer bien los proyectos industriales más prometedores por su trabajo en la red de parques tecnológicos de Euskadi.
La economía vasca va bien, la industria no tanto.
La economía ha cambiado mucho por el contexto internacional tan polarizado. Europa se ha quedado en medio de Estados Unidos y China, ha perdido esa posición de referencia que tenía. Hay tensiones en ciertos sectores industriales, sí, pero la tendencia global es positiva.
¿Cuánto hay que preocuparse por Trump?
Nos está afectando a todos, sobre todo a esos sectores industriales tradicionales. Pero a cambio surgen alternativas que permiten generar economía como el turismo, ahí tenemos recorrido. La administración está tirando también de la mano de los servicios públicos.
La bajada de exportaciones del año pasado, ¿es algo puntual?
Creo que es coyuntural. Quizá se ha hecho una apuesta excesiva por el vehículo eléctrico con plazos que no eran realistas. No hemos sido solo nosotros, es que en toda Europa hay un problema con los ritmos. Se ha hecho una apuesta fuerte y vemos que no es tan sencillo. Hay que diversificar.
Cristina Andrés, nueva presidenta del Colegio Vasco de Economistas / Araba Press
El papel del laboratorio, de la inversión en innovación...
Creo que ese contexto difícil a nivel global es una oportunidad para seguir mejorando y para hacer esa transformación y dar pasos hacia otros ámbitos, gracias también a los fondos Next, que al fin van llegando y activando proyectos estratégicos. Hay oportunidades que tenemos que aprovechar para lograr una mayor visibilidad en Europa.
Sin embargo la industria sigue muy anclada a la automoción.
Sí, históricamente ha sido así. Y luego que nuestros grandes compradores son Alemania y Francia, si a ellos les va mal a nosotros nos va mal. Alemania ha tenido una desaceleración importante y se espera que a partir de este año o 2026 pueda tener otra perspectiva mejor. El hecho de diversificar hacia otros mercados puede ser positivo también.
Hemos hecho una apuesta excesiva por el vehículo eléctrico, pero es un problema en toda Europa. Hay que diversificar
¿Hacia dónde?
El mapa se está reconfigurando. Los países emergentes están asumiendo un rol muy importante ante las tensiones que vemos en las grandes potencias. Latinoamérica, México... incluso India, Japón, China... pienso que pueden ganar peso.
¿En qué nichos innovadores habría que poner el foco más allá del coche eléctrico y las baterías?
Hay muchos frentes. Biociencias y biosalud, computación cuántica... tenemos varias empresas punteras ahí. Y luego la aeronáutica. Acabamos de ver qué enorme potencial tiene ITP Aero. En la transición energética creo que estamos bien posicionados con la apuesta de Petronor por los combustibles sintéticos y el hidrógeno, que ha generado mucho interés.
Cristina Andrés, de Ekonomistak, posa antes de la entrevista / Araba Press
Como decía, en la industria tradicional vemos ERTE largos, bajada de pedidos... ¿estamos ante otra reconversión industrial?
Es una transición. Hay que adaptarse a los nuevos tiempos para seguir siendo competitivos y solo lo seremos si somos capaces de adaptarnos. Este también es un tema coyuntural, poco a poco iremos haciendo la transición ordenada y veremos en qué ámbitos destacamos. Tampoco podemos ser buenos en todo.
¿Cómo hacemos el territorio más atractivo para la inversión?
Creo que ya lo somos, sobre todo si nos comparamos con el entorno. Tenemos un espacio a nivel tecnológico envidiable, con una apuesta institucional firme, una red de clúster fuerte y talento arraigado. Luego hay que mirar qué tipo de inversión se atrae, porque si viene para llevarse el centro de decisión y cerrar las fábricas de aquí pues no nos interesa.
No tiene sentido que los ahorradores vascos tengan invertido su dinero fuera cuando lo necesitamos aquí
Ahí es donde quiere ser una alternativa el Gobierno vasco a través de Finkatuz, con un primer gran éxito en Talgo.
Si eso sirve para que nuestras empresas se queden aquí es positivo. Es cierto que el gobierno debe ser más un facilitador en estas operaciones, no tanto tener un papel tractor. Esa política será buena siempre que sirva para arraigar las empresas y el talento al territorio.
También hay en marcha esta legislatura una gran alianza con capital público-privado.
Se quieren movilizar 4.000 millones de euros estos cuatro años, puede parecer poco pero igual es un paso para que se movilicen y entren ahí otro tipo de fondos. Dicen que ojalá Talgo sea la casilla de salida para otras operaciones similares. Tenemos que lograr que esa solidez industrial que hemos tenido siempre en Euskadi no se pierda.
¿Es acertado utilizar los fondos de pensiones (EPSV) para este tipo de operaciones?
Es una oportunidad, pero tienen que darse unas condiciones. Lo que no tiene sentido es que los ahorradores tengan invertido su dinero en fondos de fuera cuando aquí los necesitamos.
Cristina Andrés / Araba Press
¿Son los costes laborales muy altos en Euskadi?
Queremos gente muy cualificada y queremos que se quede aquí. Si no cuidamos el talento se va. La fuga de talento es brutal. Las empresas demandan perfiles tecnológicos que igual no se corresponden con lo que sale de la universidad. Hay que alinear eso. Tener gente bien formada redunda en lo que luego van a aportar a la competitividad y eso hay que pagarlo.
¿En qué medida afecta a la economía la conflictividad laboral?
Es que no hay datos sólidos que respalden según qué afirmaciones. Es difícil posicionarse.
Se apuesta por más vivienda social y protegida pero hay que encontrar el punto de equilibrio para que sea sostenible para las constructoras
Una de las claves de la nueva reforma fiscal es la vivienda. ¿Son esas ayudas la llave para facilitar el acceso?
Nos hemos educado en que la vivienda en propiedad es el mayor tesoro, ahora se intenta impulsar el alquiler pero es un tema que choca con nuestra mentalidad. La deducción fiscal es una manera de facilitar el acceso a vivienda a jóvenes y rentas bajas, creo que ese camino poco a poco se está haciendo.
Desde el colegio se proponen más incentivos para constructoras y para propietarios que alquilen a precios asequibles.
Hay poca vivienda y no es asequible incluso para rentas medias. Se está apostando por más vivienda social o protegida, pero hay que encontrar el punto de equilibrio para que eso sea sostenible a nivel económico para las constructoras. De ahí la propuesta de más incentivos para construir. Luego hay que reducir los trámites y los plazos burocráticos para que todo sea más ágil.
¿Seguirán bajando los tipos y las hipotecas?
Con tanta incertidumbre nunca se sabe. La volatilidad del contexto geopolítico es tan alta que es más arriesgado que nunca sacar la bola de cristal.
¿Como viene el año, será mejor que 2024?
Todo apunta a que la tendencia es a mejor. El consumo y la demanda interna están creciendo en Euskadi, también el empleo. Podemos ser optimistas.
