La industria auxiliar del automóvil en Euskadi sufre un nuevo revés. El grupo Satuerca se declaró en quiebra la semana pasada en Bilbao y no continuará su actividad. Un auto del juez Marcos Bermúdez Ávila, titular del Juzgado Mercantil número 2 de Bilbao, ha decretado el concurso de acreedores y la liquidación de Sociedad Anónima de Tuercas, así como de sus filiales Estamcal Estampados en Caliente, Mecanifran y Corponorte.
Al mismo tiempo, ha ordenado el cese de los administradores. Se trata de la sociedad Ceriñola, José Enrique de Uhagón Foxá y José Alcíbar Urquidi. Ceriñola, con sede en Madrid, está liderada por Yago Varela Augé.
Más de medio siglo de historia
El juez ha dictado la disolución de las cuatro compañías. Según los expedientes elevados al juzgado, el activo conjunto se cifra en 80 millones de euros, frente a un pasivo exigible de 69 millones. El economista Gonzalo Ricardo Pérez Grijelmo actuará de administrador concursal.
El conglomerado fue fundado en 1969. Dispone de una planta fabril en el polígono industrial de Abadiño, dedicada a la producción de componentes para el sector de la automoción. Además, gestiona otra factoría ubicada en Rumanía.
Satuerca y sus subsidiarias están especializadas en la forja y el mecanizado de piezas. Su catálogo de productos incluye anillos de rodamiento, engranajes, núcleos de embrague, levas y tuercas. Las cuatro firmas emplean a 171 trabajadores y registran una cifra de negocio anual de 75 millones.