El negocio marino de Siemens Gamesa sigue viento en popa al contrario de lo que ocurre con la división terrestre, en la que la eólica de Zamudio sigue sin dar con la tecla. Ha cosechado algún avance en tierra, como la rúbrica como proveedor del nuevo parque de Labraza, pero si la compañía sigue a flote ha sido gracias a la offshore.
En ese sentido, la filial de Siemens ha firmado un contrato para la reserva de casi un centenar de aerogeneradores marinos para la alemana Luxcara, en concreto para un parque marino en aguas germanas del Mar del Norte.
Como ha informado esta compañía, inicialmente el pedido se había adjudicado al fabricante chino Mingyang, lo que había desatado las críticas por parte de las autoridades germanas que, hay que recordar, se han volcado con avales millonarios para sanear las pérdidas ocasionadas por Gamesa en la multinacional Siemens.
Igualmente, el Gobierno de Pedro Sánchez hacía lo propio hace un año a través de una línea de avales junto a diversas entidades financieras.
Vinod Philip, nuevo CEO de Siemens Gamesa.
Más pérdidas
Con todo, Siemens Gamesa sigue en un nivel de pédidas alarmante, más de 1.350 millones en los tres primeros trimestres de su ejercicio fiscal (de octubre a junio) y se irá por tanto al cierre del mismo hasta cerca de 2.000 millones, es decir, sin una gran reducción en relación al pasado año.
Con todo, la parte positiva es que la eólica sigue engordando su cartera de pedidos, en especial en el ámbito marino, como reseñaba en su última presentación de resultados. Ahora anuncia otros 97 molinos para el Mar del Norte, en concreto para el parque de nombre Waterekke, si bien el movimiento podría ampliarse para un segundo parque.
Las obras del parque de Labraza arrancarán a final de año con las turbinas 4X de Gamesa
Solidez por tanto de la cartera en el ámbito marino, el que sujeta a la firma vasca de aerogeneradores, a la espera de que cristalicen nuevos pasos en el negocio terrestre con esa versión mejorada de la turbina 4X que hubo que retirar un tiempo del mercado.
Siemens Gamesa estará en el primer parque eólico de Euskadi en 20 años, un buen síntoma de gran carga simbólica, si bien las trabas burocráticas y medioambientales tanto en País Vasco como en otras comunidades autónomas complica la consecución de un buen número de pedidos en España.