Ajenas a la polvareda que destapan la eólica y la fotovoltaica, inmersas en una pugna burocrática, social incluso legal en algunos casos, otras fuentes renovables aportan sin ruido al modesto paquete renovable que es capaz de generar Euskadi, sometida a la 'tiranía' del gas.
La más relevante es la hidroeléctrica, que despuntó además el año pasado con un fuerte incremento en la generación en toda España por la buena cantidad de lluvias.
En Euskadi la hidráulica aportó casi un 7% al mix el año pasado, claramente por encima del 5% de 2023 y superando también a la eólica, que sigue sin despegar a la espera de que nuevos proyectos se sumen a Labraza y reciban la bendición definitiva para comenzar la construcción de molinos.
Un vecino junto a un cartel contra el parque de Labraza
Central de Barazar, en Zeanuri
Iberdrola gestiona las grandes centrales hidráulicas en España, las de mayor tamaño ubicadas aprovechando el curso del río Duero entre Castilla y León y Extremadura junto a la frontera con Portugal. Son auténticas obras faraónicas que se comenzaron a construir en algunos casos a mediados del pasado siglo que lideran una aportación global de esta fuente de energía próxima al 15% en el total del mix nacional, como ocurrió en 2024.
Los ríos vascos se fueron poblando también de pequeñas centrales hidráulicas de forma que antes de la pandemia se contabilizaban en torno a un centenar de este tipo de plantas en Euskadi, concentradas en gran parte en Gipuzkoa.
Algunas de las más importantes son la central subterránea de Barazar, que recoge agua del embalse de Urrunaga, la de Ullibarri-Gamboa o la de Sobrón, estas dos últimas en Álava. En total Iberdrola cuenta con cerca de una decena de plantas de este tipo en la cuenca Miranda-Barazar, la mayor parte en la provincia de Burgos.
Entrada al ecoparque de Artigas, en Bizkaia, donde se construirá una nueva planta de biogás
Residuos renovables
El consumo de residuos orgánicos, tanto urbanos como forestales, es la otra gran fuente renovable actualmente con aportaciones al mix de entre el 5 y el 6%.
En Euskadi hay ocho pequeñas instalaciones de generación de biogás en vertederos y, en Bizkaia, está en marcha el proyecto para la construcción de una nueva planta de producción de biometano en la zona de Artigas. Además, se aprovechan residuos sólidos urbanos en las plantas de Zubieta y Zabalgarbi.
Las grandes papeleras como Zicuñaga (Iberpapel) y Durango (Smurfit Kappa) utilizan además residuos forestales en sus plantas de cogeneración.
Dispositivo de olas de Carnegie
Otras renovables en estudio
Al margen la eólica, la fotovoltaica, la biomasa y la hidráulica, el mundo explora otras formas de generar energía limpia, y en algunos de esos ensayos Euskadi tiene un papel protagonista.
La eólica marina, aun en fase sumamente prematura en España, a años luz de dar el salto comercial por complicaciones regulatorias, ha anotado un primer hito en la costa vasca de la mano de Saitec.
Aerogenerador flotante de Saitec colocado en Armintza
Junto al molino flotante Demosath se instalan ahora en la zona de ensayos de Bimep en Armintza además dos nuevos sistemas para tratar de sacar rendimiento al movimiento de las olas, uno de Carnegie y otro de Idom. La pionera en este sentido es la planta undimotriz de Mutriku, que hace una pequeña aportación a la cuota renovable desde hace más de una década.
Por último habría que señalar al hidrógeno, en realidad vector energético, como otra de las grandes vías a explorar para acelerar la transición renovable y en cuyo desarrollo instituciones, centros tecnológicos y empresas vascas llevan años haciendo importantes inversiones.