Un puñado de empresas están desarrollando nuevos dispositivos para obtener energía del movimiento de las olas en la costa vasca. Una de ellas es la australiana Carnegie, que ha abierto una filial en Bilbao para colocar en breve su nuevo dispositivo Ceto en aguas de Bimep en Armintza.
Es el primer sistema de aprovechamiento del movimiento de las olas completamente sumergido, lo que reduce su impacto visual y permite la instalación simultánea de varios dispositivos.
La compañía ultima el estreno de esta nueva prueba de fuego para la energía undimotriz en la costa de Euskadi, donde se han hecho ya varios intentos infructuosos de lograr transmitir a la red electricidad generada gracias al vaivén de las olas.
Sí lleva años funcionando la que en su día fue referencia internacional como es la planta de Mutriku, aunque su aportación al mix global renovable vasco es mínima.
Presentación del sistema Ceto de Carnegie
6 MW comprometidos
En el marco de la iniciativa Achieve, Carnegie Clean Energy ha firmado un preacuerdo con Bimep, la sociedad de energía marina participada por el Gobierno vasco, para desarrollar un parque de hasta 6 'boyas' de 1 MW cada una para una generación total de 6 MW en Armintza.
De forma paralela, la firma australiana presta el dispositivo Ceto para el programa europeo Coin liderado por la universidad alemana Technische Universität Braunschweig, junto a otros siete agentes europeos del mundo de la innovación entre los que está la Corporación Mondragon a través de Mondragon Goi Eskola Politeknikoa.
Dispositivo Ceto de Carnegie
El programa busca mejorar la infraestructura asociada a los dispositivos de olas con herramientas como la inteligencia artificial o los gemelos digitales tomando como base el sistema de la compañía australiana.
Según ha informado Carnegie, la Comisión Europea ha dado luz verde ya al primer paquete de fondos europeos, el pago de prefinanciación, unos 300.000 euros de un presupuesto total de 4 millones, para poner en marcha el programa.
Las conclusiones del estudio se prevé podrán servir de palanca para mejorar las propias prestaciones del parque de bandera australiana que se instalará en Bimep, así como asegurar su viabilidad a largo plazo.
