A día de hoy, cerca de 30.000 jóvenes vascos y 12.000 navarros, de entre 25 y 40 años, trabajan fuera de su territorio de origen. De ellos, a la mayoría les gustaría regresar a su lugar de origen, lo que supondría la recuperación de unos 35.700 perfiles profesionales de alta cualificación en ambas comunidades autónomas.
Son algunos datos que se han hecho públicos este martes fruto de un estudio sobre la juventud vasca y navarra en la diáspora, elaborado por Artizarra Fundazioa -organización sin ánimo de lucro que agrupa a profesionales y empresarios vascos y navarros comprometidos con el desarrollo sostenible del territorio- y Deusto Business School (DBS).
El objetivo de este diagnóstico es conocer las razones de su marcha, las condiciones para su vuelta, y, además, impulsar herramientas y el diseño de políticas activas e iniciativas sociales que promuevan y favorezcan el retorno de este talento joven, según han explicado Jon Ander de las Fuentes, miembro de Artizarra, y Guillermo Dorronsoro, profesor en DBS.
Ingenieros y gestores empresariales
Se trata del fenómeno llamado 'diáspora joven', que en el caso de Euskadi es amplia, diversa y con un componente de capital humano cualificado, con estudios de grado y, sobre todo de máster y doctorado, concentrados en ingenierías, gestión empresarial y ramas STEM.
El estudio detalla que se trata, en la mayoría de casos, de estancia prolongada, ya que el 60% lleva más de seis años fuera de su lugar de origen, y entre los motivos de su salida predominan el empleo y desarrollo profesional, y la búsqueda de mejores salarios y proyección profesional como factores claves.
Diáspora que se profundiza, además, con los problemas que los jóvenes encuentran a la hora de volver a sus comunidades de origen la falta de oportunidades laborales y proyectos de interés, de reconocimiento profesional, y el problema de acceso a la vivienda en estos territorios.
"Una ventaja competitiva"
Jon Ander de las Fuentes ha asegurado que desde la organización creen "firmemente que el arraigo es una ventaja competitiva para cualquier territorio y para nosotros se compone de tres pilares: arraigo empresarial, de capital y de talento. Por ello, consideramos fundamental trabajar por arraigar el talento y también por recuperar el que está en la diáspora vasca y navarra”.
Por su parte, Guillermo Dorronsoro, ha afirmado que “no hay ninguna inversión más rentable para Euskadi y Navarra que la que dediquemos a crear las condiciones que permitan el retorno de nuestra diáspora o, al menos, a mantener el vínculo con estas personas".
Y en este sentido, han pedido apoyo a las instituciones, a las empresas y a la sociedad, para liderar esta problemática y profundizar en soluciones.
