Este viernes la planta de Mercedes Vitoria bajaba la persiana de cara a su ya conocido parón navideño.
Se cierra así un 2025 que ha estado especialmente marcado por el desarrollo de su nuevo proyecto de vehículos eléctricos y por la fluctuación en su producción a lo largo de los 12 meses.
Una producción que finalmente se cierra, según los datos facilitados por la propia compañía, con 118.000 furgonetas, 6.000 menos que las planteadas inicialmente y dando como resultado la cifra más baja de producción de los últimos cinco años.
Desde 2020, la producción en la planta alavesa del fabricante de vehículos alemán ha crecido exponencialmente, partiendo de las 125.000 furgonetas producidas hace cinco años -a cierre de 2025-, hasta alcanzar su producción récord en 2023, con 157.000 vehículos.
En 2021 salieron de la fábrica 134.000 furgonetas y en 2022, en torno a 140.000 vehículos. Desde el año récord, 2023, la cifra ha descendido, alcanzando las 124.500 en 2024 y las 118.000 furgonetas producidas en 2025.
Bajo este contexto, y con el proyecto eléctrico ya en marcha, la dirección ha estimado una producción para 2026 de 132.000 furgonetas, de las cuales, 11.000 -un 8%- serán eléctricas.
Una cifra que supone todo un reto, dadas las características del proyecto, que mezcla su apuesta eléctrica por su reafirmación por el motor de combustión.
Las nuevas instalaciones, en un principio enfocadas a la producción de la línea totalmente eléctrica -la VAN.EA- tras una inversión de 1.000 millones de euros, han sido adecuadas para que en ellas también se pueda producir un nuevo modelo de combustión.
Todo ello, en la misma línea, gracias a un sistema modulable, por lo que el objetivo de la compañía, abaratar costes de producción, podría ser factible.
