Publicada

Contrato público de campanillas para la vizcaína Nantek. El incipiente proyecto de procesamiento de plásticos de Carlos Uraga, que ya tiene operativa una planta en el Puerto de Bilbao, se hace en Andalucía con una licitación pionera en el sector de residuos que movilizará una inversión de 65 millones de euros.

Tras el acuerdo alcanzado con Sadeco, la Empresa Municipal de Saneamientos de Córdoba, Nantek pondrá en marcha un complejo industrial que llevará a la ciudad andaluza a ser la primera de Europa en alcanzar el hito cero plásticos sin tratamiento.

En una primera fase, la compañía de Uraga iniciará la construcción de una planta para absorber unas 16.000 toneladas de residuos plásticos al año, lo que conllevará una inversión de 22 millones. Este primer paso arrancará ya en la segunda mitad del año que viene dentro de la propia parcela de Sadeco en Córdoba, de en torno a una hectárea.

Más adelante se proyecta un segundo hito con una ampliación de la capacidad anual hasta 54.000 toneladas, lo que sumará otros 43 millones de esfuerzo inversor para rondar esa cifra de 65 millones en total.

La compañía avanza a este medio que está ahora estudiando junto a la firma de consultoría Mount Street Group de Madrid varias alternativas de financiación para la planta.

Complejo ambiental Sadeco en Córdoba

Creación de empleo

Nantek echó a andar en 2022 con una planta en el Puerto de Bilbao a partir de la investigación de Carlos Uraga centrada en la mejora de la tecnología para optimizar la pirólisis.

El ingeniero industrial de Getxo, impulsor anteriormente de otros proyectos como Erle Robotics, ha dado con la tecla en un negocio al alza con gran interés institucional para hacer frente a la reducción de residuos con un proceso cerrado sin emisiones.

Carlos Uraga, CEO de Nantek, en una conferencia

En ese sentido, el valor del proceso optimizado reside tanto en las menores emisiones de carbono como en un importante ahorro de espacio en vertederos.

A largo plazo, a 30 años vista, la nueva planta de Córdoba supondrá la reducción en terreno con basuras de unas 600 piscinas olímpicas o el equivalente de más de 200 campos de fútbol de un metro de altura, según estimaciones de la compañía.

El proyecto generará hasta 150 empleos directos cuando la planta esté completada

La planta de Córdoba es el punto de inflexión a partir del cual se prevén cerrar pronto nuevas inversiones en más plantas a nivel internacional, lo que puede dar el volumen definitivo como líder del sector a la empresa vizcaína, en la que Uraga cuenta con socios minoritarios como Bizkaia Seed Capital, de la diputación vizcaína, o Viriditas, de Yago Arbeloa.

En su primera fase la planta andaluza generará 25 puestos de trabajo de forma directa, mientras que el complejo en su conjunto una vez esté culminado elevará los nuevos empleos a 150.

De forma indirecta habrá que sumar otros 300 puestos entre proveedores, servicios auxiliares y labores de transporte y logística.