Tras la decisión del consejo de Kutxa Fundazioa de no participar en la operación Ibermática, esa en la que sí están BBK e Indar, la sociedad de Kutxabank para invertir en grandes empresas, se ha abierto una disputa política entre los partidos vascos.
Por un lado, PSE y EH Bildu sí eran partidarios de que la antigua caja guipuzcoana entrara en el consorcio, con especial atención al hecho de que Ibermática era una firma con sede principal en Donostia, si bien en los últimos años ha ido reforzando sus instalaciones en Zamudio.
La decisión en el consejo de Kutxa se ha tomado en clave negativa ante la posición de PNV y Elkarrekin Podemos.
En esa línea, los socialistas han denunciado "la falta de compromiso" de estas dos formaciones con el territorio guipuzcoano, mientras que EH Bildu ya había solicitado antes de que se conociera la decisión la relevancia de que la fundación Kutxa también aportara capital.
Antes de la votación, el parlamentario Ander Goikoetxea valoró positivamente la estrategia de arraigo del Gobierno vasco y, aunque con visión crítica por cómo se escapó el control de Ibermática en su momento, remarcó la importancia de que Kutxa estuviera en el consorcio.
Ander Goikoetxea, de EH Bildu
Operación abierta
Como se recordará, BBK e Indar han anunciado 200 millones entre ambas para tratar de hacerse con la parte IT de Ayesa, principalmente formada por Ibermática.
Falta en todo caso determinar cómo se articulará el apoyo del Gobierno vasco y en especial cuál será el socio industrial que aportará conocimiento tecnológico toda vez que la familia fundadora de Ayesa, los Manzanares, apuntan a quedarse fuera del proyecto vasco.
En el sector suena con fuerza la marca Teknei, compañía que ha dado un salto cualitativo tras la compra del negocio de servicio a empresas de Indra, y ha reforzado sus ingresos y sus pedidos en los últimos años. Entre los compañeros de viaje para recuperar el control de Ibermática es seguro que no estará Kutxa.
