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El mes de diciembre es el mes perfecto para muchos españoles, pues es en este donde se concentran la mayoría de los festivos del año. Desde el Día de la Constitución y el de la Inmaculada Concepción hasta las fiestas navideñas y el Día de Navidad. Este último día es el favorito de los más nostálgicos, pues supone reunirse y disfrutar con los seres queridos. 

Un momento en el que las familias se reunen en torno a una mesa y se disponen a sacar su mejor talento para crear unas piezas culinarias únicas y sorprendentes. Muchas veces ese mimo se aprecia, sobre todo, en los postres, los grandes olvidados de los más comilones, pues los entrantes y los primeros son los culpables de mantener sus tripas llenas. Sin embargo, los dulces no dejan de ser un dulce importante en las cenas y en las comidas.

Pantxineta de café y cacao, el postre vasco de Eva Arguiñano 

El postre vasco que nunca puede faltar en las mesas vascas, en muchas ocasiones, es la típica Pantxineta. Una delicia a base de hojaldre, crema pastelera, almendras laminadas, azúcar glass. Esta vez, la repostera Eva Arguiñano ha decidido darle un toque único que volverá locos a los invitados durante la comida de Navidad. Arguiñano no duda en sacar sus habilidades y decantarse por una Pantxineta de café y cacao. 

Inspirada en una receta del cocinero Bruno Oteiza, la vasca ha explicado para el canal de cocina de Antena 3, Cocina Abierta, que lo ideal es comerla templada. Para su elaboración se necesitan láminas de hojaldre, claras de huevo, azúcar, harina de maíz, leche, mantequilla, cacao, café soluble, cáscaras de limón, canela, almendras crudas, yema, hojas de menta y azúcar glas. 

El primer paso a seguir es poner las almendras en un bol y llenarlo de agua para hidratarlas media hora. Acto seguido ponemos a calentar la leche en otro cazo e incorporamos las cáscaras de limón y la canela. Cocinamos todo a fuego lento unos minutos. 

En otro bol, añadimos la harina de maíz y el azúcar junto con el cacao, otro poco de leche y el café. Mezclamos todo hasta que quede bien ligado, incorporamos las claras y batimos todo hasta conseguir una crema. Colamos la leche sobre el bol que hemos utilizado anteriormente y batimos todos los ingredientes. Pasamos todo al cazo y, sin dejar de remover, buscamos que la mezcla hierva y espese. 

Por último, añadimos la mantequilla y mezclamos para que la crema quede bien hecha. Pasamos la mezcla a otro bol y dejamos reposar y que se enfríe. Toca, en este paso, coger una lámina de hojaldre. La podemos poner sobre la mesa con un poco de harina o sobre su papel y la estiramos con la ayuda de un rodillo. 

La colocamos sobre este papel en una bandeja del horno y le ponemos encima la crema de cacao y café. Es importante que los bordes no tengan nada. Doblamos los bordes sobre la crema y ahora es momento de batir una yema de huevo para añadir sobre la parte de hojaldre que cubre la crema

Usamos otra lámina de hojaldre, le hacemos unos cortes y la ponemos sobre la crema. Seguimos pintando la parte restante de hojaldre con la yema de huevo. Cuando tengamos las almendras listas, las escurrimos y cubrimos la tarta con ellas. Y ya está lista una receta deliciosa que enamorará a todos los vascos de la mesa.