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Las castañas son uno de los frutos secos más apreciados durante los meses de otoño e invierno. Con su textura suave y sabor dulce, son ideales para preparar recetas reconfortantes. Este artículo te explica todo lo que necesitas saber sobre las castañas y cómo aprovechar un truco japonés que hará que asarlas en casa sea más sencillo y práctico.

Este fruto destaca por su valor nutricional, siendo rico en vitamina C, esencial para fortalecer el sistema inmunológico, y vitaminas del grupo B, como la B1 y B6, que contribuyen a la función cerebral. Además, aporta minerales clave como potasio, fósforo y magnesio, fundamentales para la salud ósea. A diferencia de otros frutos secos, las castañas son bajas en grasas y tienen un alto contenido en fibra, lo que las convierte en un excelente aliado para una dieta equilibrada.

¿Cómo se pueden comer las castañas?

Las castañas son muy versátiles y se pueden consumir de varias formas:

  • Asadas: La opción más popular, con un aroma y sabor inigualables.
  • Hervidas: Una alternativa suave, ideal para acompañar guisos o sopas.
  • En purés: Perfectos para postres o como guarnición en platos salados.
  • Glaseadas: Las famosas marrons glacés son una delicia gourmet.
  • En harina: Para preparar panes y postres sin gluten.

El truco japonés para asar castañas en casa

El método japonés para asar castañas destaca por su practicidad y por facilitar el pelado, que a menudo puede ser complicado. Este truco consiste en aprovechar la acción del agua y el calor para ablandar la cáscara y la piel interior, conocida como telilla, que tiende a ser difícil de retirar.

¿En qué consiste?

  1. Haz un corte en las castañas: Antes de cocinarlas, realiza un corte superficial en forma de cruz en cada castaña. Esto evita que exploten al calentarse y facilita el pelado.
  2. Hierve las castañas brevemente: Coloca las castañas en una olla con agua fría y llévala a ebullición. Cocina durante 2-3 minutos.
  3. Asa las castañas: Retíralas del agua hirviendo, escúrrelas y colócalas directamente en una sartén o sartén gruesa (puedes usar una parrilla para castañas si la tienes). Asa a fuego medio, removiendo ocasionalmente, hasta que estén doradas.
  4. Deja reposar en un paño: Envuelve las castañas calientes en un paño húmedo y déjalas reposar unos minutos. Esto mantiene la humedad, lo que hace que la cáscara y la telilla se despeguen con mayor facilidad.