El mejor vino para la cena de Nochevieja: arrasa en Euskadi por su sabor inigualable
- Los vinos espumosos son muy versátiles y combinan a la perfección, debido a su frescura y su acidez, con los aperitivos, los snacks, mariscos y tapas saladas.
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Las fechas navideñas están muy marcadas por las continuas comidas y cenas, pero también por las bebidas. Y es que, de cara a la cena de Nochevieja, elegir un buen vino para acompañar los alimentos es imprescindible, todo un ritual que hay que llevar a cabo a la perfección.
Eso sí, la elección de un buen vino para despedir el año siempre dependerá del momento, del menú que se vaya a preparar y de las preferencias de cada invitado. Sin embargo, hay unos muy especiales que no pueden faltar y que siempre se ganan los corazones de los comensales.
Los vinos más recomendados
Los vinos más recomendados suelen ser los espumosos, ya que estos siempre permiten preparar el cuerpo antes de la gran cena. Uno que arrasa en Euskadi, por ello, es el espumoso blanco de Txomin Etxaniz Eugenia, de la variedad Hondarribi Zuri y de Denominación de Origen Getariako Txakolina, con un grado de alcohol de 11,5%.
Es de un color amarillo pálido y se recomienda su consumo con quesos, postres o frutos secos. Se prepara, según la web que promueve la gastronomía vasca Mantala en su artículo 10 vinos blancos espumosos de Euskadi, con txakoli blanco, "siguiendo el método tradicional y crianza en botella 3 años".
Se trata de una bebida afrutada, fresca y "redonda en boca", con una buena acidez y un carbónico "fino y persistente". Los vinos espumosos son muy versátiles y combinan a la perfección, debido a su frescura y su acidez, con los aperitivos, los snacks, mariscos y tapas saladas. Además, la acidez y el burbujeo permiten limpiar el paladar.
Para los platos principales más suaves, la Inteligencia Artificial de ChatGPT expone que son ideales el champagne brut "para equilibrar grasas" y el Prosecco o cava afrutado para "maridar con platos sutiles". Ideales para las carnes blancas como el pollo al horno, el pavo o el pato; los pescados grasos como el salmón, el bacalao o la trucha; y los risottos o pastas con mariscos, verduras o quesos suaves. Los vinos espumosos, asimismo, son perfectos para la charcutería y los quesos, pues ayudan "a cortar su grasa" y "resaltar" los sabores.
Si uno se decanta en Nochevieja por la comida exótica como la asiática (dim sums, curry suave, rollitos de primavera, pad thai...) la centroamericana (nachos con queso, guacamole, tacos y burritos...) o la africana (maafe, attiéké...), entonces los espumosos semisecos o ligeramete dulces como el moscato d'Asti son ideales, ya que permiten "equilibrar el picante".
Si uno prefiere fritos (croquetas, aros de calamar, pollo frito, tempura o patatas fritasm entre otros), bocatas o comidas rápidas (pizzas, hamburguesas...), el vino ácido con burbujas refresca el paladar y "corta lo pesado" de los fritos. Y, a la hora de los postres, el vino ideal es el espumoso muy dulce.
"Este debe ser tan dulce o más que el postre para evitar un contraste desagradable", por lo que un moscato champagne demi-sec es perfecto. Este combina a la perfección con frutas frescas, como las peras, las fresas o los higos; con tartas o postres cremosos, como una cheesecake o una panna cotta; y con chocolate blanco.