Publicada

Después de las fiestas y de una racha llena de comidas y cenas, toca aprovechar los restos antes de que se pongan malos. Ahora es el momento en el que los vascos utilizan esos productos que sobraron en las cenas y en las comidas más recientes para elaborar nuevas recetas o para consumirlos tal y como estaban. 

No es nada nuevo. Lo hacen incluso los chefs, como el vasco Karlos Arguiñano, que está haciendo uso de diferentes alimentos usados para comer estos días. Después de las fiestas, el cocinero compartió en sus redes sociales que su comida tras el Año Nuevo fue la de un huevo acompañado de un exquisito bacalao al pilpil

Bacalao al pilpil: el plato de aprovechamiento ideal

Este manjar cremoso es muy sencillo (aunque necesita su práctica, ya que el pilpil no siempre suele quedar a nuestro gusto) saludable y fácil de preparar. Tan solo se necesitan lomos de bacalao, algunos dientes de ajo y aceite de oliva. Karlos Arguiñano le añade a su maravillosa receta de su canal de cocina de Antena 3, Cocina Abierta, media guindilla.

Según explica la web del canal de cocina, primero tenemos que poner el aceite en una cazuela baja de barro. Comenzamos dorando los ajos, apartándolos y reservándolos una vez listos. Partimos la guindilla en cuatro y la salteamos. Hacemos lo mismo que con el ajo, la retiramos en otro plato.

En ese mismo aceite cocinamos el bacalao partido en lomos. Es importante que primero lo hagamos con la piel mirando hacia arriba. Freímos unos minutos por cada lado y los reservamos en un plato. El suero que desprendan los lomos hay que reservarlo en un recipiente.

El aceite lo dejamos en otro bol y dejamos que se temple. Una vez templado, vertemos un poco de este en la cazuela y el suelo de bacalao poco a poco. Lo ligamos con la ayuda de un colador y haciendo movimientos suaves. Vamos incorporando lo que queda del aceite poco a poco.

Plato de bacalao al pilpil. iStock

Una vez hayamos añadido la mitad del aceite, vertemos lo que queda del suero sin dejar de usar y mover el colador. Añadimos lo que queda del aceite y seguimos moviendo lentamente. El objetivo es conseguir una mezcla espesa. Una vez lista, incorporamos los lomos de bacalao y calentamos. Así conseguiremos un plato maravilloso que enamora, desde hace décadas, a todos los vascos.

Historia del bacalao al pilpil

Los vascos tienden a escoger esta maravillosa receta tradicional vasca que no se consume en el resto de España durante la época de Navidad. Y es que el marisco y el pescado son los reyes de los platos del norte de España durante las fiestas navideñas, como el bacalao, que es el que más sobresale

Existen diferentes maneras de prepararlo: a la vizcaína, al pilpil o al Club Ranero, entre otras recetas, pero el más conocido es al pilpil. Según expone EL CORREO en su artículo La falsa leyenda del origen del bacalao en Bilbao asociada a los Gurtubay, el bacalao se consumía de manera habitual en el País Vasco, ya que la capital vizcaína, Bilbao, era una de las ciudades españolas donde entraba este producto.

Además, el inventor Frederick Fischer contó en su libro Viajes por España en 1797 y 1798 que su consumo era tan grande que los daneses se hicieron ricos por su exportación. El aceite de oliva, ingrediente fundamental a la hora de elaborar el bacalao al pilpil, era, por su parte, un producto que los pudientes obtenían, ya que "era caro y poco abundante".

De ahí que en el siglo XX el pilpil fuese considerado una "fórmula de lujo". Ahora, el bacalao al pilpil es el más demandado en la capital vizcaína, pues no se prepara únicamente como plato, sino también como un pintxo que conquista a los clientes y en cada época del año.