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Al igual que las tapas, estos pequeños manjares nunca pueden faltar en las barras de Euskadi, pero no deben confundirse. Se le llama pincho a un alimento o ración de comida sujeta con un palillo y que se coloca sobre una rebanada de pan, según expone la web de Bizkaia Talent en su artículo Los pintxos como seña de identidad de la gastronomía vasca. Hoy son decenas de estos bocados los que rellenan las barras de los bares vascos.

Un buen pintxo es como el aire para un vasco. Cada semana caen más de uno y no es de extrañar que surjan nuevas elaboraciones o innovaciones. Nada representa mejor a Euskadi que sus famosos, deliciosos y sorprendentes obras de arte culinarias como sus pintxos. Estas joyas llevan años formando parte de los aperitivos o 'poteo' de los vascos.

El mejor pincho de San Sebastián

Tal y como señala el mencionado instituto en su Decálogo del pintxo, un pintxo es una preparación culinaria que "se degusta en dos o tres bocados", ya sea en "formato de pintxo tradicional" o en "su evolución hacia la cocina en miniatura". Además, se prepara en el propio local.

Los criterios se basan en la elaboración de los pintxos, en su consumo y en su preparación. El primer punto, según el decálogo, es que estos deben tener el "tamaño justo y el máximo sabor". El segundo punto es que este debe estar "hecho en casa" y el tercero es que debe estar "a la vanguardia".

El cuarto punto, y uno de los más importantes, es que estas obras de arte culinarias destacan por su "personalidad". Una de las cosas que más llaman la atención a los clientes y fundamental para distinguirse del resto de establecimientos. El quinto mandamiento es la "frescura en barra".

El sexto es el "compromiso con el producto", mientras que el séptimo se centra en la "profesionalidad del servicio". El octavo pone el foco en ofrecer una información, con los ingredientes y el precio, "clara y a la vista" al cliente. El noveno mandamiento o una obligación es que los pintxos se degustarán "al estilo donostiarra: en barra". El décimo y no menos importante es que estas joyas se disfrutarán en "convivencia local y cultural". 

Los pintxos son un producto muy preciado en Euskadi como se puede observar, y por ello mismo se premian los bares que mejor los elaboran. Cada mes de enero es cuando el Instituto del Pintxo de Donostia/San Sebastián premia los bares con una o dos barandillas, que representan la gran calidad de estos y resaltan su excelencia. El instituto valora que estos cumplan a la perfección con el decálogo del pintxo. 

Así, este 2025, el instituto ha premiado con una barandilla y en una ceremonia celebrada en el teatro Victoria Eugenia, al bar Antonio (su jugosa y enorme tortilla conquista los paladares y corazones de los vascos cada semana), La Bodega Donostiarra, Antonio, Bergara, Borda Berri, Iturrioz, Itxaropena, Kofradia Itsas Etxea, La Cervecería del Antiguo, La Espiga, Txepetxa, Martínez, Muxumartin, Sport, y Urola.

Las dos Barandillas las han recibido Ganbara, Gandarias, Sukaldean y Zazpi STM. Asimismo, se realizó un homenaje a tres bares que han hecho historia en San Sebastián, como Oliyos, Tamboril, Hidalgo y Bernardo.