España es un país con mucha historia a sus espaldas y, como es de esperar, no es difícil encontrar yacimientos, restos, monumentos o fósiles prehistóricos. Algunos de los más famosos y espectáculares, según la revista cultural de National Geographic en su artículo Los yacimientos arqueológicos más importantes de España, son Atapuerca, en Castilla y León. Este es el yacimiento más popular del país (donde se hallaron los fósiles de hominido "más antiguos de Europa").
Así como los dólmenes de Antequera, en Andalucía. Unas sepulturas megalíticas de hace 6.000 y 2.200 años que llegan a los 50 metros de diámetro y a los cuatro metros de altura. No solo en el sur o en el centro del país, el norte de España también guarda joyas únicas y sorprendentes. Prueba de ello son la cueva de Altamira (Cantabria) el campamento legionario de Bande (Galicia) o un precioso dolmen ubicado en Euskadi.
Dolmen de la chabola de la Hechicera, un resto único
A este dolmen se le conoce como la 'Chabola de la Hechicera' y es uno de los más maravillosos del país. Situado en la provincia de Álava, en el pueblo de Elvillar (cercano a la frontera con La Rioja, Navarra y Castilla y León), este es un monumento de los que hay que visitar al menos una vez en la vida.
Tal y como destaca la web de Visit La Rioja Alavesa en su artículo Dolmen La Chabola de la Hechicera, este es un dolmen "tipo sepulcro de finales del Neolítico", de hace 5.000 años y que fue descubierto en el año 1935. Está declarado como Bien de Interés Cultural como Patrimonio Histórico de España y en la actualidad es uno de los "más grandes y mejor conservados" en la Rioja Alavesa y en Euskadi.
"Su nombre deriva de una leyenda en la que se contaba que una bruja cantaba en las mañanas de San Juan". Según recoge el medio 20 minutos en su artículo El legendario monumento megalítico de País Vasco rodeado de viñas que merece una visita, cuando lo descubrió el sacerdote y antropólogo, José Miguel de Barandiarán, el roble que lo acompañaba seguía ahí.
Este hombre fue el encargado de estudiar el dolmen y lo nombró 'Chabola de La Hechicera' debido a que en la mañana de San Juan, los vecinos escuchaban a una bruja cantando canciones. "Además, la leyenda dice que si se mira a la nigromante a los ojos, convierte en piedra a quien ose hacerlo, al más puro estilo de Medusa".
Esta maravilla la forman nueve losas "que describen una figura poligonal" y una galería que la componen cinco losas y las de cierre, como añade la web de Visit La Rioja Alavesa. "Durante las excavaciones se encontraron restos humanos (de al menos 39 individuos) y objetos como hachas de piedra, puntas de flecha, trozos de cerámica y aros", apunta la web.
Hoy, estos se pueden encontrar en el Bibat, en el museo de Arqueología de Álava en la ciudad de Vitoria-Gasteiz y es, sin duda, un lugar que merece una visita, al igual que el dolmen, que sirve de excusa perfecta para visitar Elvillar.