De los más de 49.478 equipamientos y servicios que existen en toda Euskadi, casi 13.000 pertenecen a la Hostelería. Así lo asegura el Instituto Vasco de Estadística (Eustat) en su informe Equipamientos y servicios de la C. A. de Euskadi por tipo según Territorio Histórico. Total y por 10.000 habitantes de 2022. En total, existen 11.000 restaurantes o bares en todo el territorio vasco que se dedican a servir las mejores obras de arte en miniatura y una bebida cada jueves. A esta tradición que nació en el año 2004 en la calle Gorbea de Vitoria-Gasteiz, según GASTEIZ HOY en su artículo Pintxopote: historia de la revolución hostelera del siglo XXI en Vitoria, se le conoce como Pintxopote o Pintxopo.
Una costumbre, que se volvió el "mayor fenómeno sociocultural del siglo XXI" y que combina una bebida y un pintxo a buen precio. Fue el hostelero Víctor Manuel Ibáñez quien la originó "casi por casualidad" y después de que viajara a Chiclana. Un verano que lo cambió todo, ya que de este lugar sacó la idea. Así, Ibáñez pensó en ofrecer un pintxo con cada consumición, algo que se hacía habitualmente en Andalucía, pero no en el País Vasco. La idea le pareció tan llamativa que pensó en regalar un pintxo con el vino, a muy buen precio, y elegir el jueves para celebrar el pintxopote, ya que es un día cercano al fin de semana.
El 'pintxopote' llega a Madrid
Para definir el nombre, Ibáñez pensó en algo que utilizaban los vascos en los bares: "Aquí la definición de tapa no se usaba, así que se decidió darle un nombre más de aquí. Si la tapa equivale a un pintxo, y la bebida a un pote, pues: Pintxo-pote", dice para GASTEIZ HOY.
Ahora, esta tradición tan vasca tan querida ha llegado a la capital de España, a Pozuelo de Alarcón. Con un Solete de la popular Guía gastronómica de Repsol, el restaurante Aguirre está ahora en el foco de los amantes del vermú. Un local vasco con pocos años de trayectoria que apuesta por lo tradicional, productos de primera calidad y la comida "100% casera", como destacan desde su propia web.
Teresa Aguirre, que lleva las riendas del local, ha heredado el "basto conocimiento del arte culinario galo" de su abuelo Víctor. Así, ahora ofrece tres cartas llenas de personalidad y mucho salero vasco: una de bebidas, una de comidas y otra de desayunos. Sobresale, en especial, la de comidas con sus maravillosas gildas y 'gildas vitaminadas' (con un pequeño vermú) desde 2,70 euros, las estrellas de la casa.
[El colegio más innovador de Euskadi: en el 'Top 10' de los mejores de España en innovación]
Quienes lo prefieran siempre podrán degustar su menú del día por 14,50 euros con un cocido madrileño los jueves. El local también permite disfrutar de su 'pintxopote', en el que los comensales podrán escoger un pintxo de una barra llena de obras maestras culinarias por 1 euro, y una bebida (o pote por 1,50 euros, suele ser cerveza Keler donostiarra). Este se sirve los jueves por la tarde, como se hace en Euskadi y los sábados al mediodía.
Gilda 'vitaminada' con vermú.
El homenaje a la cultura vasca se saborea en cada plato, como en el pintxo de txistorra artesana, la tortilla de bacalao, las txapelitas artesanas, sus tablas de queso Idiazabal, su txuleta de kilo de vaca vieja por 45 euros o en su sabroso talo de pan de trigo con carne macerada, cebolla encurtida y salsa sweet chili, otro de los platos estrella. Las croquetas de arroz con leche y su tarta de queso, aunque no sean vascas, son un must para el postre.