La gastronomía vasca es conocida en el mundo por ser una de las mejores gracias a su deliciosa fusión de productos de mar y montaña, y técnicas únicas de cocina. Un imán para los turistas. El territorio vasco es capaz de ofrecer desde sus populares pinchos hasta una selección de menús impresionantes.
De esta manera, sirve una experiencia culinaria única que converge tradición e innovación. No es de extrañar que los turistas queden asombrados con la calidad de sus alimentos, creatividad y un ambiente memorable.
Probar pescados, carnes y dulces típicos se vuelve un recuerdo inolvidable. Es lo que le ha pasado al turista argentino Romancito (@romansocias en TikTok), que acaba de probar el Goxua, dulce por excelencia vasco.
El veredicto del argentino
El joven argentino, que se encuentra recorriendo distintos lugares de España, lleva en Euskadi desde hace unos días y no ha podido evitar degustar el postre más típico, el Goxua, especialmente famoso en Álava. Un manjar a base de bizcocho, nata montada, crema pastelera y azúcar caramelizado.
"Voy a probar el dulce más típico de Vitoria que se llama Goxua, que creo que significa en español algo como 'delicioso' o 'dulce'. Lo compré en una pastelería que se llama Goya, que es muy famosa", comienza el vídeo de TikTok.
"Si no me equivoco se debería parecer un poco a la crema catalana. Está muy rico, le pongo un nueve de diez porque está muy muy rico, pero es algo que he encontrado en otros postres de manera similar, pero bueno, está riquísimo", añade.
El Goxua, un postre que combina nata, bizcocho y crema pastelera es un postre ideal para preparar en cualquier estación del año. Según la web de la empresa de productos lácteos Kaiku en su artículo Descubre todo sobre la Goxua, este nació en la década de los 70 gracias a un pastelero de Vitoria-Gasteiz que trabaja en una pastelería de más de 140 años.
Su traducción al castellano es 'dulce'. "Con el sabor tan característico de la goxua es imposible no describirla de la mejor forma", apunta la web. Su característica más destacable es que es un dulce de elaboración sencilla y su suave "combinación de sabores dulces". Todos los sabores juntos suponen un bocado único y delicioso.
Tan solo hacen falta unos recipientes de barro, ya que tradicionalmente se sirve en estos, nata montada, bizcocho, crema pastelera y un ligero toque de caramelo. Según la revista gastronómica Bon Vibeur, en su artículo Goxua vasco, para el bizcocho genovés usaremos un par de huevos, 60 gramos de azúcar, una cucharada de esencia de vainilla y 60 gramos de harina de trigo.
Para la crema pastelera necesitaremos tres yemas, 70 gramos de azúcar, 500ml de leche entera, un par de cucharadas de maicena, una cucharada de esencia de vainilla; y para la nata montada necesitaremos 250ml de nata para montar y una cucharada de azúcar.
Primero comenzamos con el bizcocho genovés y en un bol pondremos los dos huevos, el azúcar y la esencia de vainilla. Batimos todo bien y hasta conseguir una mezcla que "haya doblado el volumen". Añadimos harina tamizada, mezclamos la masa de manera envolvente con unas varillas y la vertemos en una fuente forrada con papel. Horneamos a 180 grados unos 20 minutos.
Para la crema pastelera añadimos las tres yemas de huevo en un bol. Las batimos con los 70 gramos de azúcar y en otro bol vertemos parte de la leche y disolvemos en esta un par de cucharadas de maicena.
Añadimos la leche con la maicena al bol de las yemas y el azúcar e incorporamos la esencia de vainilla. El resto de la leche la calentamos en un cazo sin que llegue a hervir pero sí hasta que suelte humo.
Añadimos la leche a la mezcla del bol poco a poco. Removemos todo bien y lo volvemos a poner en el cazo y calentamos hasta que llegue a espesar. Removemos sin parar con la ayuda de unas varillas. Una vez preparada la crema la pasamos a otro recipiente y la tapamos con film. Dejamos que se temple y metemos en la nevera.
En un cazo ponemos un poco de azúcar con agua y 30ml de ron y dejamos que hierva hasta que evapore. Dejamos enfriar y reservamos. En un bol ponemos 250ml de nata para montar con una cucharada de azúcar y batimos con unas varillas hasta montar la nata.
Montamos el Goxua. Hay que ir capa por capa. Si no tenemos recipiente de barro optaremos por vasos. Recortamos con moldes en forma de círculo el bizcocho y los emborrachamos con el almíbar preparado.
Ponemos una capa de nata montada y cubrimos el fondo del vaso. Encima de esta capa incorporamos el bizcocho y, sobre este, la crema pastelera. Espolvoreamos con azúcar y la tostamos con la ayuda de un soplete y, si no tenemos, podemos hacer caramelo para poner por encima.