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Son imprescindibles en Navidad. Las gulas, conocidas como el 'caviar vasco', son un manjar imprescindible para muchos. Un producto sencillo y con carácter. Desde hace décadas son parte de la cultura vasca y a día de hoy siguen conquistando a los vascos en estas fechas. 

A menudo confundidas con las angulas, la diferencia es clara: las gulas son un sucedáneo a partir de surimi y de otros pescados y capaz de adoptar su forma y el precio, además, marca la distancia, pues la angula se asocia al lujo y pueden alcanzar los 1.000 euros.

Así, la gula se asentó como una alternativa asequible que requiere destreza para lograr el plato perfecto. Las abuelas vascas lo saben bien. Según el canal de YouTube La Cocina de Pitagorin en su vídeo GULAS AL AJILLO|Truco para que estén perfectas desvela el truco para preparar unas gulas inigualables: darles unas vueltas con el fuego apagado y ponerles un plato encima.

El truco infalible

Para su preparación se requieren solo tres ingredientes: ajos, una guindilla y gulas. El primer paso consiste en calentar el aceite en una cazuela de barro y añadir los ajos para que se doren lentamente. Una vez toman color, se incorpora la guindilla partida por la mitad y, a continuación, las gulas. Con el fuego apagado, "le damos unas vueltas y le ponemos un plato encima para que conserve el calor y se terminen de calentar".

El chef vasco Karlos Arguiñano insiste en un detalle clave, a la hora de cocinarlas, en su canal de cocina de Antena 3, Cocina Abierta. Una recomendación que comparte y algo que nunca hay que hacer al cocinar las gulas. "Cuando comes con gulas, parece que estás haciendo una comida de fiesta", empieza. "No echéis las gulas directamente a la sartén".

Según explica, lo adecuado es airear las gulas. "Primero, abrimos [la caja] y las aireamos un poco, porque si no van a quedar apelmazadas". Arguiñano aconseja colocarlas primero en un plato y separarlas con las manos para que queden sueltas antes de pasarlas al fuego.

Este clásico plato, a partir de ajo y guindilla, se ha vuelto un imprescindible para los vascos y en el norte del Estado. Se comercializa especialmente en Navidad en las pescaderías y supermercados. 

Tal y como explica la Brand Manager de La Gula del Norte, Yaiza Donaire, a CRÓNICA VASCA, su consumo en Euskadi durante estas fechas tiene un origen tradicional vinculado al propio "ciclo biológico de la angula", un pez migratorio cuya disponibilidad en la zona se concentraba entre octubre y febrero, que coincidía con su captura y consumo.