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Una de las fechas más esperadas del año es la mañana del 6 de enero, justo después de la entrega de los regalos de los Reyes Magos. Algo que nunca puede faltar en la mesa a la hora del desayuno es un delicioso roscón de Reyes para iniciar el año con buen sabor de boca. Pero hay quienes no se aguantan y degustan estos manjares antes,  incluso hay quienes repiten después de la marcada fecha.

Este must que supone un gol directo al paladar, provoca colas en las pastelerías de Bilbao debido a la gran demanda antes y después del 6 de enero. Un dulce del que nadie se olvida, como le ha pasado al inigualable bollo de la uruguaya Viviana Cauna, que regenta la pastelería Mi Mundo con Azúcar de Algorta (Bizkaia) junto a su marido.

Su fama reside en su famoso roscón de Goxua (el tradicional postre vasco que vuelve loco a todo el mundo), ganador, en 2025, del Premio al Mejor Roscón de Bizkaia por segundo año consecutivo. Un concurso que organizan cinco 'influencers' de Bizkaia desde hace cuatro años: Tragaldabis, No todo es gula, Bilbo urban food, 365bocados y FuryBilbao. 

Un roscón iniguable

La artesana uruguaya se ha hecho bien conocida en Bizkaia por su famoso dulce de Goxua y no ha dejado de recibir felicitaciones por su tentación y encargos desde que este ganó el premio por segundo año consecutivo. Para este 2026 ha decidido presentar una nueva obra de arte golosa.

Lo tiene todo pensado, este año va a por todas de nuevo y quiere que su roscón se posicione como el mejor de Euskadi. "Esta vez nos hemos podido comprar el horno y espero que para entonces tengamos una amasadora más grande, porque vamos a por todas. ¡Yo quiero mi txapela!", aseguró a principios de este año para El Correo en su artículo Viviana vuelve a sacar a la venta el «mejor roscón de Bizkaia» en su pastelería de Algorta.

Con su guiño al Goxua, Viviana se adelantó a 19 pastelerías de Bizkaia en enero de 2025. "Me han invitado más veces, pero me sentía pequeñita como para competir con grandes como Arrese o Leku Ona. Pero el año pasado pensé: 'Qué narices, me voy a animar, que a mí me encanta estar con las manos en la masa y disfruto muchísimo'", confiesa para El Correo.

En la edición pasada, la uruguaya buscaba rendir homenaje a Euskadi, tierra a la que se mudó hace 21 años después de cerrar su panadería familiar al dispararse los precios y bajar las ventas. "Yo ya me considero un poco de aquí y hablando con Lorena, nuestra empleada, se nos ocurrió que estuviese relleno de nata, crema pastelera e hilos de caramelo. La masa está aromatizada con naranja natural, limón y agua de azahar y decorada con almendras tostadas laminadas e hilos de chocolate blanco y caramelo", explica.

Las Navidades pasadas, el teléfono no dejó de sonar. "Hemos recibido muchísimos encargos, pero somos tres y tenemos un obrador muy pequeño, así que no podemos hacer todos los que nos gustaría", detalló para el medio. Además, continuó vendiéndolo en formato individual del tamaño de un bollo. Para este 2026, espera seguir escuchando las llamadas del hambre.