El compromiso por el bienestar social, uno de los rasgos corporativos de Caixabank, es el germen del que ha brotado un programa que aspira a dejar una huella profunda en las comunidad. Se trata del Voluntariado Sénior, una iniciativa que encarna el compromiso de la entidad financiera, cuya cultura corporativa sitúa a las personas en el centro.
Este proyecto, con un enfoque inclusivo y participativo, está diseñado para aquellas personas que, tras una larga trayectoria profesional, desean seguir contribuyendo con su tiempo y experiencia al servicio de los demás. Estos voluntarios optan por aportar su conocimiento como servicio a la comunidad. A través de su participación, Caixabank demuestra que el compromiso social no tiene límites de edad y que cada persona, independientemente de la etapa de vida en la que se encuentra, puede seguir influyendo activamente en su entorno.
Múltiples iniciativas
La diversidad de actividades en las que participan los voluntarios séniors es otro aspecto destacado del programa. Desde talleres educativos hasta acciones de apoyo a colectivos vulnerables, pasando por proyectos medioambientales y culturales, el Voluntariado Sénior de Caixabank abarca un amplio abanico de iniciativas, adaptadas a las necesidades y demandas de cada comunidad.
Pero más allá de las acciones concretas, lo que realmente distingue a este programa es su impacto transformador. Los voluntarios séniors no solo ofrecen su tiempo y esfuerzo, sino que también transmiten valores como la solidaridad, el compromiso y la empatía. Su presencia activa en la comunidad sirve como ejemplo inspirador para otras generaciones y fortalece el tejido social en su conjunto.
Una ayuda que beneficia a todos
Un ejemplo de estos voluntarios sénior es Jordi Castillón. Este informático y profesor jubilado de 74 años empezó a colaborar en acciones de voluntariado movido por el propósito de ayudar a la gente mayor de Vilada (Barcelona) a través de talleres informáticos. "Sentía la necesidad de que nuestros mayores conocieran herramientas digitales y tuvieran formación básica sobre cómo navegar en Internet", apunta.
A raíz de este primer contacto, a finales de 2017, Jordi se sumó al Voluntariado Caixabank. "Empecé haciendo talleres de formación financiera, pero vi que muchos de los asistentes tenían pocos conocimientos vinculados, por ejemplo, a la interpretación de la nómina. Siendo conocedores de esta realidad, empezamos a impartir cursos para que gente en edad laboral tuviera los mecanismos necesarios para conocer cuestiones básicas como la nómina”, señala.
Tras una carrera profesional muy amplia, que le ha conducido por el mundo de la docencia y la informática, el tiempo libre no frena el compromiso de Jordi con los demás. "Es una actividad adictiva y en la que quieres colaborar cada vez más”, comenta Jordi, quien actualmente coordina el proyecto Apropa Cultura, para que colectivos vulnerables, fundamentalmente personas mayores, puedan acceder a opciones culturales, e imparte talleres de educación financiera.
Adaptar los contenidos a los colectivos
Además de su papel en estos programas, Jordi es una pieza fundamental en la inclusión de nuevos voluntarios en Cataluña. "Una vez al mes, damos la bienvenida a los nuevos voluntarios de Caixabank y les explicamos todas las opciones que existen para colaborar, así como que pueden elegir las actividades que mejor se adecuen a sus gustos y horarios", apunta.
Tal y como explica Jordi, las actividades del Voluntariado Caixabank se adaptan y se orquestan basándose en las características de los colectivos. "En el caso de los talleres financieros y de impulso profesional, los contenidos se personalizan y la forma de explicar varía en función de la audiencia", apunta. En el caso de las visitas a museos o a exposiciones, el voluntario recalca que, además del contenido, el espacio debe estar adaptado a las necesidades de los colectivos, especialmente de la gente mayor.
El propósito del voluntariado es mejorar la vida de las personas, y Jordi contribuye a ello. "El simple hecho de salir de la residencia les aporta muchísima felicidad y les llena de vitalidad", señala emocionado y haciendo hincapié en que muchas personas mayores que participan en Apropa Cultura no han salido a la calle desde su ingreso. "Organizar estas actividades permite que nuestros mayores puedan revivir su interés por la pintura, escultura o arquitectura, ya que muchos son unos verdaderos amantes del arte y la cultura", comenta.
Más de 25.000 actividades y 370.000 beneficiados
Jordi es uno de los más de 2.600 voluntarios de Caixabank que en 2023 acompañaron y mejoraron la vida de más de 34.000 personas mayores de toda España. El programa de Voluntariado de la entidad, que tiene el objetivo de acercar la práctica de acciones a toda la ciudadanía, organizó en 2023 más de 25.000 actividades que beneficiaron a más de 370.000 personas vulnerables de toda España gracias a la implicación de 17.240 voluntarios y 2.238 entidades sociales.
Entre los muchos beneficios que las iniciativas sociales generan en la vida de las personas, el voluntario se queda con la parte sentimental. "Se sienten muy queridos y atendidos. Constantemente te trasladan su afecto y estima, ya que saben que les dedicas tu tiempo y atención", comenta. Pero el voluntario va más allá y apunta que las acciones refuerzan la confianza. "Las actividades que organizamos también fomentan la capacitación y permiten a los beneficiarios sentir que pueden alcanzar sus retos personales y profesionales", recalca.
Solidaridad con los refugiados ucranianos
Entre los muchos momentos vividos como voluntario, Jordi se queda con uno en particular. “La solidaridad de los voluntarios para acoger a personas que huían del conflicto de Ucrania fue indescriptible”, señala emocionado. Jordi, que coordinaba un equipo de 70 intérpretes, aún recuerda con mucho cariño dichos momentos. “Todo el mundo se prestaba a aportar su granito de arena. La movilización fue espectacular”, resalta.
Participar en acciones solidarias hace que Jordi tenga un contacto directo con lo que sucede en la sociedad. "Gracias al voluntariado conoces realidades que, lamentablemente, para muchos de nosotros pasan inadvertidas", apunta. "Tienes un contacto directo con la realidad y te das cuenta de que hay mucha gente que sufre, y eso te da energía para ayudar", afirma con convicción.
Seguir su ejemplo
Jordi es un claro ejemplo de cómo el voluntariado enriquece a las personas y favorece su bienestar. "a mayor satisfacción que obtengo de participar en actividades de voluntariado es ver como mi bagaje y experiencia pueden ayudar a mejorar la vida de personas en situación de vulnerabilidad”, expone. Pero la felicidad, explica Jordi, también se obtiene al ver que, a través de compartir tu tiempo o de organizar una actividad, "contribuyes a crear una sociedad más justa".
Es tal la satisfacción que Jordi experimenta siendo voluntario que invita a todo el mundo a participar en acciones sociales. "Animo a que todo el mundo comparta sus habilidades y aptitudes con personas que atraviesan una situación compleja. Toda ayuda es buena y todos estamos capacitados para mejorar la vida de quienes más lo necesitan. Solo se necesita un poco de tiempo y predisposición”, concluye.