¿En plena era digital donde el soporte físico, en el mundo discográfico y audiovisual, parece haber pasado a mejor vida puede triunfar un proyecto para fabricar discos de vinilo? Para los responsables de la empresa vizcaína Press Play Vinyl la respuesta es afirmativa y muy rotunda. Una compañía que se dedica de manera humilde, pero con paso firme y con las ideas muy claras a la fabricación de esos discos que respiran todo un aire vintage. El aire que solo da la mejor música.
Una idea emprendedora e innovadora que vio la luz hace casi dos años de la mano de Alain Consonni y Gonzalo de la Maza. Ellos dos son los responsables y figuras visibles de esta fábrica de vinilos ubicada en la localidad vasca de Urduliz. Una empresa que nació con la mente puesta en seguir la estela de una única compañía similar que se localiza en Castellón y que emplea una prensadora antigua para dar vida a este soporte musical que poco a poco vuelve al presente.
Amantes del romanticismo musical
El comienzo de esta iniciativa tampoco fue algo casual, recuerdan sus responsables, ya que se partió de una industria ya existente. Una casa matriz dedicada desde hace más de cuatro décadas a la fabricación de elementos electromecánicos. De esa empresa ya consolidada nació en febrero de 2019 Press Play Vinyl como una forma de diversificar el negocio y para alegría de los melómanos más románticos.
Precisamente, ese componente sentimental y melancólico es lo que lleva a muchos de los amantes de la música a adquirir discos de vinilo a modo de coleccionismo. Auténticas joyas que salen de prensas, con los últimos avances en tecnología, que Press Play Vinyl tuvo que comprar en países como Alemania o Canadá ante la falta de maquinaria especializada en mercados más cercanos.
¿Cómo se fabrica un disco de vinilo?
Para dar vida a esas reliquias musicales, el proceso comienza con el master del disco el cual se transforma por medio de un procedimiento de galvanizado en una especie de moldes en negativo. Dicho de otro modo, de ahí nace lo que es la cara A y cara B de todo disco. Moldes que una vez montados unos sobre otros sobre la prensa pueden adquirir distintos colores (gracias al uso de gránulos de PVC) al gusto del músico en cuestión.
Dichos gránulos se funden hasta formar una pastilla que posteriormente se colocará entre las etiquetas de las dos caras que conforman el disco de vinilo. En este importante momento los estampadores son los encargados de apretar dicha pieza de plástico al tiempo que entra vapor de agua a 200 grados. ¿El último paso? Agua fría sobre el disco que sale prácticamente listo a la espera de una cuchilla que dará el toque final en busca de algún borde o saliente. Proceso terminado y con el que se fabrican un par de discos por minuto con la última tecnología y mediante un sistema automatizado, pero con un trabajo totalmente artesano.
Un producto personalizado
A todas luces se ve que la empresa no tiene ni la intención ni la capacidad para competir con las grandes compañías del sector ubicadas la mayor parte de ellas en la República Checa. Algo que tampoco preocupa mucho a los responsables de la misma. Son conscientes de ello. Y es que su idea de negocio parte de unas bases muy sólidas para ocupar su puesto en el mercado de la producción de discos de vinilo y que se resume en un servicio de calidad muy personalizado hacia sus clientes.
Una fórmula en la que ya han confiado algunos nombres conocidos de la escena de la canción actual para dar vida a sus nuevos trabajos musicales. Es el caso de grupos como El Columpio Asesino, la banda de rock vasco Kortatu o el cantante Fermín Muguruza.
Calidad y servicio
Todo el trabajo que se lleva a cabo en las instalaciones de Press Play Vinyl desde que llegan las nuevas melodías y la idea del cliente pasa por rigurosos controles de calidad. A esto se suma el hecho de trabajar con los mejores materiales tanto para la fabricación del mismo soporte de audio como para dar forma a lo que es la cubierta o packaging de ese nuevo álbum.
Un servicio que ofrece una amplia lista de opciones a los grupos musicales tanto en LPs (de 140 y 180 gramos) como en Singles (42 y 70 gramos); además de un importante catálogo en fundas, cubiertas, libretos, tarjetas de descarga, pegatinas, polybags…