Noche de sorpresas en 'El Conquistador del Caribe'. El equipo azul ganó otra vez la competición por equipos y se consolida pese a su supuesta debilidad. Y en la prueba de eliminación también pasó algo inesperado, porque Lide, la concursante que parecía más potente en el equipo verde, resultó eliminada.
Ya tenemos dicho aquí que una de las mejores características de este programa es que resulta harto imprevisible. Si algo ha quedado claro en estas dieciocho ediciones es que todo puede pasar en 'El Conquis'. Sobre todo en las competiciones, donde en muchas ocasiones los que parecen mejores ganan, no pocas veces los que parecen peores vencen y, por exagerado que parezca, hasta el más débil puede llegar lejos si juega bien sus cartas. En este programa, en suma, lo imposible siempre es posible.
Dicha característica volvió a quedar clara este lunes, en otro episodio con buen ritmo, lo que confirma, por cierto, que el programa ya ha cogido el pulso que encandila al respetable. El centro del capítulo está en las pruebas y no en las polémicas estériles, porque las primeras son otra vez largas y entretenidas mientras las segundas existen, porque de hecho la salsa nos gusta a todos, pero como complemento. Así sí, hacedores de la cosa.
En la primera prueba, que fue la repetición de la anterior gracias a un inesperado giro de guion bastante acertado, cambiaron los motivos pero el resultado fue el mismo: victoria del equipo azul capitaneado por Bego. Si bien la pasada semana lograron un triunfo extraño, derivado de los clamorosos errores de los rivales y donde apenas les valió evitar esos mismos fallos, en esta ocasión ganaron porque dieron una lección a los otros dos equipos. En un juego como el que nos ocupa, que requería habilidad, fuerza y coordinación de todo el equipo, funcionaron como un reloj suizo. Inapelable victoria.
El juego final era otro clásico del programa: cubos hacia el cielo, que consiste en construir una torre nada sencilla y trepar por ella hasta el banderín. Se enfrentaron el rojo Ferreti, voluntario para la batalla porque es un tipo demasiado nervioso como para estarse quieto, y las verdes Lide, que como ya se ha dicho a priori era una de las más fuertes de su equipo e incluso de todos los concursantes, y Andrea, que casi todos los días, merced a sus inseguridades y sus lágrimas, parecía estar pidiendo a gritos irse a casa. Pronóstico erróneo porque ocurrió justo lo contrario: Andrea quedó segunda y Lide fue eliminada.
Lo cierto es que el reverso de tanta imprevisibilidad es que al espectador a menudo le queda un regusto de injusticia. Eso es precisamente lo que ocurrió este lunes con Lide, que era una concursante modélica. En lo personal, no protagonizó ni un solo problema con sus compañeras. En lo competitivo, brilló en diversas pruebas, incluida una victoria aplastante en un duelo. Prometía y merecía mucho esta joven, desde luego más de lo que prometen bastantes de los concursantes que siguen en liza, pero tuvo mala suerte con la prueba, como por ejemplo David el pasado año y tantos otros en ediciones previas.
Su verduga, Andrea, lloraba por su marcha. La capitana de ambas, Nahia, también derramaba lágrimas por la pérdida. Y hasta a los presentadores, siempre tan bordes, se les notaba la tristeza por su marcha. Así de bonito y de doloroso es este programa.