La Rioja Alavesa cuenta con un total de 19 villas medievales fundadas al abrigo de imponentes murallas de piedra. En algunos casos, estas estructuras construidas para su defensa se conservan intactas pese a sus varios siglos de antigüedad. Ese es el caso de Laguardia, Labraza y Salinillas de Buradón. Para darlas a conocer, se han creado diferentes rutas cargadas de encanto.
Las tres rutas trazadas entre Laguardia y Artziniega
Hasta tres itinerarios diferentes unen Laguardia y Artziniega con el fin de mostrar sus conjuntos amurallados y otros recursos de gran interés. Viñedos y construcciones religiosas y civiles son solo una muestra de los elementos que configuran el paisaje de postal que regala la zona.
El Departamento de Fomento del Empleo, Comercio y Turismo de la Diputación de Álava recoge esas tres rutas en un folleto que trata de atraer más visitantes.
Ruta 1, con escala en Salinillas de Buradón
La riqueza de su patrimonio medieval convierte a Salinillas de Buradón en escala obligada del primero de estos tres recorridos. Sus murallas, el castillo y varias de las puertas originales son las principales señas de identidad de esta villa, que data del siglo XIII.
Caminar por sus calles permite descubrir otras de sus construcciones más preciadas. Ese es el caso del antiguo hospital de peregrinos, el edificio más arcaico de la población con siete siglos de historia. No menos interés despiertan la parroquia de la Inmaculada, del siglo XVI, y el Palacio de los Condes de Oñate, perteneciente al siglo XVII.
Este itinerario incluye, asimismo, visitas al Valle Salado, que se halla en Salinas de Añana, y al Jardín Botánico de Santa Catalina, en Trespuentes. Este último enclave es perfecto para contemplar, al caer la noche, el firmamento y sus constelaciones.
Ruta 2, por el Balcón de la Rioja, Peñacerrada y Treviño
La búsqueda de algunas de las mejores murallas de la Rioja Alavesa lleva a los visitantes a realizar esta segunda ruta. Tras tomar el camino del Balcón de la Rioja, surge en el horizonte Peñacerrada. De su estructura defensiva únicamente se conserva su puerta sur, que ofrece una idea de la magnitud que tuvo. Tras atravesarla, los pasos se encaminarán a la casa del duque de Hijar, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y el molino harinero.
El municipio burgalés de Treviño, declarado conjunto monumental en 1983, forma parte del recorrido. Aquellos que se adentren en sus límites tendrán la oportunidad de disfrutar de la huella del románico en forma de templos.
Ruta 3, con visita a Labraza y Antoñana
Otra de las mejores rutas medievales es la que discurre por Labraza, Antoñana, Gaceo, y Alaiza, antes de llegar a Vitoria. La primera de esta serie de localidades conserva su muralla, prueba de un pasado en el que los combates se producían sin tregua.
En el interior de sus muros se suceden los pasadizos y las callejuelas estrechas. Llaman la atención las casas adosadas a la construcción defensiva y elementos como la Fuente del Moro, del siglo XVI.
Antoñana es un pueblo también fortificado que apenas ha sufrido variaciones con el paso del tiempo. Su muralla, la casa torre y otros edificios ofrecen la impresión de haber hecho un viaje en el tiempo.
La oferta gastronómica y la cultura del vino completan estas rutas destinadas a quienes no sepan qué hacer por la Rioja Alavesa. Su escapada será memorable.