El croissant o cruasán es un bollo muy popular no solo en Francia, sino a nivel internacional e incluso nacional. En España, y ahora también en Bilbao, es muy demandado por los más golosos.
En la villa destacan los de la pastelería Suiza, con almendra laminada y azúcar glas. Pero también los tipos de cruasán más recientes. Esta obra de arte de la repostería se ha ido adaptando a los nuevos tiempos. De esta manera ha pasado a adoptar diferentes formas,como la redonda gracias a los maravillosos New York Rolls, y a rellenarse de diferentes sabores originales e increíbles.
Pastelería Patxes: donde venden los 'croissants' más ricos
La pastelería Patxes, en la calle Heros número 15, ofrece uno de los cruasanes más ricos de la ciudad por su sabroso sabor a mantequilla y, sobre todo, por estar muy rellenos de cualquier crema deliciosa. No dejan a nadie indiferente.
Los tienen de todo tipo de sabores: de café con caramelo salado, pistacho, kinder bueno, bombón, crema de oreo, nutella con chocolate blanco, y, para los más atrevidos, que buscan experimentar un poco de Japón en su paladar, sirven el de matcha con sake de yuzu.
La historia del croissant
A diferencia de lo que se suele creer, esta creación data del siglo XVII y no nació en Francia. Tiene su origen en Viena, Austria, durante la conquista del Imperio Otomano. El Ejército trabajaba de noche para evitar ser descubierto. También los panaderos vieneses.
Ellos pudieron evitar el ataque de los turcos, ya que fueron quienes dieron la voz de alarma. Para celebrarlo, los reposteros elaboraron un bollo con forma de luna creciente, que era la misma que tenía la bandera otomana.
Este dulce hojaldrado no se llamaba croissant en aquel entonces. Los franceses lo hicieron suyo y lo llamaron así, pues cuando se usó este nombre por primera vez fue en 1863, según el diccionario francés Littré. La primera receta francesa del cruasán se hizo pública en 1905.
Los mejores croissants de España
- Pastelería Canal: crujiente, ligero y con un sabor intenso a manteca. Se encuentra en Barcelona, en la calle de Muntaner, 566; calle de Calvet, 15 y calle de Còrsega, 662.
- La Duquesita: la pastelería madrileña de la calle de Fernando VI, 2, cuenta con dos tipos: el clásico de mantequilla, porque lo tradicional nunca falla, y el croissant de Gianduja, relleno de crema de praliné de chocolate y avellanas.
- Alma Nomad Bakery: se agotan muy pronto, a veces sobre la 13:00 horas del mediodía. El clásico es el producto estrella, aunque también triunfan los rellenos de pistacho, almendra y jamón y queso. El local se encuentra en Madrid, en la calle de Santa Feliciana, 10.
- Le Petit Croissant: sus croissants artesanos tienen un sabor inigualable. Situado en las calles de Zaragoza, Hernán Cortes, 3; Paseo de la Constitución, 16 y en el centro comercial Puerto Venecia.