El domingo, 14 de noviembre, ETB 2 programó en prime time el documental 'Ernest Lluch: libre y atrevido', una obra que celebraba, en el vigésimo aniversario de su asesinato a manos de ETA, la vida de este poliédrico y heterodoxo socialista catalán, que se empeñó en ser un poco vasco. Sabe dios por qué.

El documental, producido por mi empresa, grupo PROYECCION, y la catalana Ottokar para ETB, TV3 y TVE, obtuvo un 3,7% de share en su emisión. Es decir, fue un absoluto fracaso. O, dicho de otra manera, no fue del agrado de la audiencia de Euskal Telebista.

Puedo decir que el documental había recogido opiniones muy favorables, tanto en sus pases por el Festival de Derechos Humanos de Donostia-San Sebastián, como en el Festival Internacional de Cortometrajes y Cine Documental, Zinebi, de Bilbao. Sería cierto. Tan cierto como que he visto llorar, literalmente, a algún curtido político y emocionarse a otros en dichas ocasiones. Y tan verdad como que su pase por ETB 2 ha sido rechazado por las personas que habitualmente ven ese canal.

Las personas que se sientan habitualmente a ver '360º' no quisieron ver el domingo, 14 de noviembre, un documental sobre una víctima de ETA. Es legítimo, e incide en una cuestión importante: ¿Quién ve hoy ETB?

 

Para dar contexto a este rechazo inapelable les diré que 'Ernest Lluch: libre y atrevido' se emitió en el lugar de la parrilla que suele ocupar el programa '360º', un espacio de reporterismo e investigación que cosecha habitualmente entre el doble y el triple de la audiencia de nuestro documental y que trata temas como los 'Secretos Oficiales (del estado): La ley del silencio', 'La independencia judicial (española): ¿causa perdida?', 'Intxaurrondo: Un estado dentro de la Guardia civil', o 'La Guardia civil: ¿un Estado dentro del Estado?', por citar los cuatro títulos emitidos esta temporada.

Conclusión: las personas que se sientan habitualmente a ver '360º' no quisieron ver el domingo, 14 de noviembre, un documental sobre una víctima de ETA. Es legítimo, e incide en una cuestión importante: ¿Quién ve hoy ETB?

Opinión: La tele pública vasca ha estado en los últimos años más cercana a Bildu y al alma más soberanista del PNV que a valores como ciudadanía, transversalidad o, por supuesto, relato y memoria. Y esa es la audiencia que ha recogido en ese periodo de tiempo. Tiene lógica si tu agenda incluye, casi exclusivamente, temas como la corrupción (española), el estado policial (español), el 'deep state' (español), la represión a los vascos (española), las torturas (españolas), la Guerra civil (España contra Euskadi)… y el 'procés'. Por simplificar y caricaturizar un poco.

Labor dura y áspera la que se le presenta a Andoni Aldekoa, nuevo director del ente, que aún está buscando pista de aterrizaje. Si la encuentra y no está en manos japonesas, puede ser que inicie una campaña que conlleve un cambio en el perfil de la audiencia. Va a ser más ardua que la guerra en el Pacífico. Seguramente perderá en Pearl Harbour y Singapur antes de comenzar una penosa reconquista isla a isla. Guadalcanal, Peleliu, Iwojima, … O lo que es lo mismo, primero tendrá que perder audiencia (te dejan los que tienes ya pillados, esperando su dosis, cuando ven que no llega) para iniciar de inmediato una insatisfactoria, lenta y complicada remontada.

La tele pública vasca ha estado en los últimos años más cercana a Bildu y al alma más soberanista del PNV que a valores como ciudadanía, transversalidad o relato y memoria

Aviso y datos: Le ocurrió a la dirección de Alberto Surio durante la lehendakaritza de Patxi López. ETB 2 pasó de golpe del 14,7% en mayo de 2009 al 12,6% en agosto de 2009 y al 12% en diciembre de ese año. Y sin cambios significativos en la programación ¡Alberto Surio fue nombrado el 18 de junio y hasta enero de 2010 heredó la parrilla del director saliente y actual consejero de Cultura, Bingen Zupiria! Evidentemente el boicot activo decretado, instigado y alimentado por el PNV, escocido por la pérdida del Gobierno vasco, tuvo mucho que ver con esta ilógica sangría del 15% de la audiencia.

Después, ya con la nueva programación, ETB 2 sufrió la desafección de gran parte de su audiencia habitual. Entre enero de 2010 y diciembre de 2011, sucedió Pearl Harbour. 2010: 9,4%. 2011: 8,2%. El 30% de los telespectadores dejaron de sintonizar la cadena pública vasca en castellano. Los “zero” nacionalistas no dejaban de ametrallar y arrojar torpedos en la línea de flotación del acorazado audiovisual vasco. Repasen hemeroteca, principalmente de 'Deia'.

Pero de Pearl Harbour se pasó a Guadalcanal. El siguiente año, 2012, ETB cerró en el 10%. Un 20% más ¿Recuperó a sus espectadores ? Algo ¿Sumó nueva audiencia? Seguro que sí. Y eso era lo importante de la jugada.

Luego, en febrero de 2013, el PNV –tras ganar las elecciones- cambió a Alberto Surio por Maite Iturbe, que no mejoró las cifras. De hecho, perdió a los nuevos espectadores conquistados por el equipo anterior. Y siguió perdiendo y perdiendo y perdiendo. ETB 2 pasó del 10% en 2012 al 7,3% en 2016. Un cuarto menos de la audiencia heredada. Mínimo histórico.

Había que hacer algo. Y se hizo. La nueva estrategia, en programas y contenidos, diseñada por Eduardo Barinaga, director de la televisión pública desde junio de 2014, empezó a dar frutos y ha conseguido que ETB 2 recupere, en 2020, el dato perdido en 2012: 10%. A costa, eso sí, de elegir un determinado perfil de audiencia y expulsando al resto. Es decir, pasándose al bando del Imperio nipón.

A Andoni Aldekoa, si encuentra pista, le corresponde iniciar el largo viaje a casa. A la casa común. Y como dice la canción de Elvis Costello y Paddy Moloney “There's a thousand miles of the long journey home/But as you ascend the ladder/ Look out below where you tread”. Y luego continúa hablando de banderas ensangrentadas. Mucho ojo.

Coda final: 'Ernest Lluch: libre y atrevido', emitido este martes por TV3, fue seguido por una media de 283.000 espectadores que arrojaron un share de 11,3%. Fue uno de los diez programas más vistos del día en Catalunya. Parece que allí gustó mucho.