Detrás de grandes palabras, no tiene que por qué haber grandes verdades. Es más, muchas veces esas grandes palabras lo que hacen es servir de escondite de grandes errores. Así, en el mismo día hemos visto como dos dirigentes de Podemos, preocupados por la incompleta democracia que ´vicepresiden´, nos han dado una curiosa lección sobre lo que es la Libertad de Expresión.

Por un lado, Pablo Echenique. Su mensaje apoyando a los manifestantes que quemaban contenedores, atacaban a las fuerzas de seguridad y rompían escaparates tiene poco que ver con ese sano derecho a opinar, salvo que se lo concedamos a la piedra para que se haga escuchar cuando rompe los cristales. Además, si uno hace memoria se dará cuenta de que casi siempre han sido los fascistas los que rompían los cristales.

Si uno hace memoria se dará cuenta de que casi siempre han sido los fascistas los que rompían los cristales

 

Por otro lado, Pablo Iglesias, unas horas antes exigía “elementos de control” sobre la prensa. Para el vicepresidente del Gobierno, los medios son un “poder real que no tiene ningún elemento de control democrático”. Quizá habría que recordarle a Iglesias que lo democrático es precisamente que los medios no tengan más control que el Judicial y que eso del “control democrático” ya lo inventó Fraga con su ley de Prensa y no cuela. 

Según estas dos acepciones de la Libertad de Expresión, no sabemos si es la que tenemos que enarbolar para montar un cisco en la calle o si es la misma a la que tenemos que recurrir cuando queremos controlar los medios. Pero me da que ni por un lado, ni por el otro.

Habría que recordarle a Iglesias que lo democrático es precisamente que los medios no tengan mas control que el Judicial

 

Me empieza a sonar un poco a lo de los acosos domiciliarios. Si son a una vicepresidenta de la derecha están bien, pero si son en la casa de un líder de la lucha de clases, están mal. Cuando se trata de algo totalmente abominable que jamás se puede hacer enarbolando el derecho de la Libertad de Expresión.

No creo que Pablo Hasel deba ir a la cárcel, es necesaria una revisión del Código Penal, pero sí creo que joyas como éstas deben estar sometidas al escrutinio de la Justicia: "¡Merece que explote el coche de Patxi López!". "No me da pena tu tiro en la nuca, pepero. Me da pena el que muere en una patera. No me da pena tu tiro en la nuca, socialisto". "Que alguien clave un piolet en la cabeza de José Bono".

No sabemos si la Libertad de Expresión es algo que tenemos que enarbolar para montar un cisco en la calle o si es la misma a la que tenemos que recurrir cuando queremos controlar los medios

 

Y es que en un Estado de Derecho es la Justicia donde deben dirimirse los límites de la Libertad de Expresión. Porque tampoco creo que todas las opiniones sean respetables y si alguien canta “que mueran los judíos” o que “las mujeres no trabajen” me gustaría que fuera un Tribunal quien lo juzgara con penas proporcionales. Eso es una democracia y no defender la Libertad de Expresión del Ladrillo.