La asamblea de majaras se ha reunido y ha decidido, no me pregunten por qué, que la carrera electoral vasca hacia las elecciones forales y municipales ha comenzado. Falta un año. Abran juego.

De hecho, EiTB daba ayer los primeros datos de su agencia demoscópica de cabecera referidos a las tres capitales y que, además de un ligero y optimista aumento en Bilbao del PNV, dejaba una fotografía bastante parecida a la de los últimos comicios.

Conociéndolos, es de suponer que, a lo largo del día de hoy, la radiotelevisión pública vasca ofrezca los datos referidos a las diputaciones. Ahí podremos observar, cocina mediante o aparte, si el nerviosismo y la piel fina que el PNV ha dejado entrever en las últimas semanas son justificados y si realmente Gipuzkoa corre un cierto peligro desde el punto de vista jeltzale.

 

La asamblea de majaras se ha reunido y ha decidido, no me pregunten por qué, que la carrera electoral vasca hacia las elecciones forales y municipales ha comenzado

 

De momento, el PNV vuelve a marcar agenda, con el seguidismo del principal grupo editorial vasco, y nos regala perlas como la enésima metedura de para de Egibar con el tema de ser vasco, de primera o de segunda clase, el bilbainismo fanfarrón y trasnochado exhibido por Esteban al hablar de Eneko Andueza, con un claro menosprecio al secretario general del partido que cogobierna las instituciones vascas con ellos, o la troleada tuitera a la bien colocada candidata socialista de Vitoria-Gasteiz, Maider Etxebarria, por decir en una entrevista que está harta de que el PNV de carnés de vasco y la turra con el euskera, algo que seguro comparten muchas vascas y vascos.

 

Si hay sorpaso de Bildu en el territorio cabe la posibilidad, legítima, de que el PNV se quede fuera del gobierno foral por segunda vez

 

Además de marcar de cerca a sus socios de gobierno para impedir que esbocen perfil propio en las postrimerías de la legislatura, la gran preocupación jeltzale es Gipuzkoa. Si hay sorpaso de Bildu en el territorio cabe la posibilidad, legítima, de que el PNV se quede fuera del gobierno foral por segunda vez. Lo mismo ocurriría con numerosos ayuntamientos. De ahí la tentación y el empeño de Egibar y los suyos de competir en dicho territorio con los abertzales en clave soberanista y no de gestión. Es de suponer que el Euskadi Buru Batzar tirará del ronzal del burukide guipuzcoano y lo arreará hasta el redil del sentido común. 

Las candidaturas de los diferentes partidos aportan pocas novedades ilusionantes. Las municipales y forales no son terreno abonado para grandes apuestas en Euskadi, sino más bien un sitio donde ir fogueando fontaneros y funcionarios de partido.

En el caso del PNV, se apostará por la repetición de muchas cabezas de cartel, con la excepción del diputado general actual Markel Olano, que renunció hace unos meses. La confirmación que más morbo tiene, desde el punto de vista informativo, es la del banderizo diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, enfrentado con la dirección de su partido y con el alcalde de Bilbao en los últimos años. 

 

Las municipales y forales no son terreno abonado para grandes apuestas en Euskadi, sino más bien un sitio donde ir fogueando fontaneros y funcionarios de partido

 

Rementeria, que empezó su carrera con el aprovechamiento político del secuestro del Alakrana, puede terminar la misma, si su partido le aguanta el órdago, sin haber movido un solo dedo por los pesqueros y los arrantzales vascos retenidos en Senegal. Sería justicia poética. La clave en este caso es saber cuántas organizaciones municipales del PNV en Bizkaia son carlistonas y cuantas liberales. Un pulso interesante. Y, por supuesto, conocer si Itxaso Atutxa, jefa del Bizkai Buru Batzar, está ahí para tomar decisiones o para asaltar el EBB cuando Andoni Ortuzar abra el melón. 

Bildu apuesta por la renovación total en sus principales candidaturas y por lo tanto, a la fortaleza de la sigla más que candidaturas potentes. De hecho, la única cabeza de cartel de las capitales que queda por anunciar es la de Bilbao, que también es la única que tenía un nombre histórico de la izquierda abertzale, Jone Goirizelaia. Caras nuevas y veremos si algo más. 

Indudablemente, si aspiran a liderar cualquier alternativa al PNV, deberán subir varios hectómetros el listón ético de su discurso o no podrán contar con los socialistas lo que, a la vista de las previsiones, equivaldría a despedirse de la Diputación foral de Gipuzkoa y de algunos ayuntamientos.

 

Bildu apuesta por la renovación total en sus principales candidaturas y por lo tanto, a la fortaleza de la sigla más que candidaturas potentes

 

Los socialistas acuden a la cita con la esperanza de que los fondos europeos lleguen a chorros, la guerra de Ucrania termine y la brutal resiliencia del presidente del gobierno Pedro Sánchez en Madrid se les pegue un poco y les dote del coraje necesario para escenificar ese nuevo camino del que habla su eslogan. Cómo en el caso de Bildu, la mayor duda es Bilbao, una importante plaza en la que no saben presentar a la concejala Nora Abete, una incógnita en todos los sentidos al día de hoy, o buscar un mirlo blanco, o al menos un chimbo, que aguante el tirón.

Elkarrekin-Podemos está lastrada por la escucha activa abierta por Sumar, plataforma de la vicepresidenta Yolanda Díaz, que les restringe las maniobras a realizar. En cuanto a la derecha no nacionalista vasca, el PP utilizará las forales y municipales para consolidar su escasa cuota, todo ello después del demorado congreso vasco de la formación. En cuanto a Vox, su objetivo será meter el morro en alguna de las capitales vascas. Donde más posibilidades tiene son Vitoria y Bilbao, así como en algún municipio como Getxo, sin descartar Barakaldo o Sestao.

 

Elkarrekin-Podemos está lastrada por la escucha activa abierta por Sumar, plataforma de la vicepresidenta Yolanda Díaz, que les restringe las maniobras a realizar

 

Por último, un pálpito. Cabe la posibilidad de que puedan concurrir, en pueblos pequeños de Gipuzkoa y de Bizkaia, candidaturas independientes, con jóvenes de dichas localidades desencantadas con la gestión tradicional del PNV … y de Bildu. 

El tablero está desplegado. En un año votamos.