El comunicador vasco, afincado en Barcelona, Ibai Llanos concentró a 10.000 personas en vivo y a más de tres millones de cuentas de Twitch en directo para ver un “combate de boxeo” entre el youtuber Mister Jagger y el cantante David Bustamante, que fue precedido por otro entre las “streamers” Paracetamor y Arigameplays. 

Y digo tres millones de pantallas porque desconocemos cuantas personas había detrás de cada consola, móvil, tablet, ordenador o smart tv conectada a la citada plataforma. Si los ejemplos de la periodista Begoña Beristaín, adulta y curiosa, y de mi sobrino Xabi, preadolescente tipo, valen –en el primero de los casos había tres personas y en el segundo, cinco- dicha audiencia se podría triplicar. Estaríamos hablando de seis o nueve millones de personas siguiendo un evento creado por Ibai Llanos.

Para poner en contexto este dato basta saber que ese mismo día las audiencias medias de la televisión generalista en prime time –cuando más gente se sienta delante del televisor- se repartieron de la siguiente manera: 711.000 personas vieron la peli 'No matarás' en La 1 de TVE, 1.286.000 se quedaron en Telecinco para mirar el reality 'Déjate querer'. En Antena 3 emitieron otro film, 'The blind side', que fue seguido por 973.000 personas. 'Predator' fue la opción de Cuatro, con 649.000 espectadores y 'La Sexta Noche', en la cadena homónima, acumuló una media de 406.000. En Euskadi ETB 2 congregó a 36.000 personas para ver la miniserie 'Una confesión' y ETB 1 a 24.000 que vieron un concierto desde Eibar. La suma de todos no llega a la audiencia calculada de Ibai Llanos.

Y otro dato demoledor. En ETB 1, la audiencia entre los 4 y los 44 años fue cero, en ETB 2 fue cero, en La 1, los mayores de 45 años constituyeron el 77% de la audiencia, en Telecinco el 83% tenían más de 45 años, en Cuatro el 73% y en La Sexta el 85%. Hablar de audiencia madura es inexacto. La categoría adecuada es en peligro de extinción.

 

Pero aquí quien manda es Vocento, Atresmedia, Prisa o Mediaset ¡Qué va! No nos enteramos

 

Más datos. Entre los ocho canales más vistos en la plataforma Twitch, cinco son de españoles:  Auronplay, con 13 millones de seguidores, Rubius con 12, Ibai con 11, y TheGrefg con 10. Resulta que somos una potencia mundial en comunicación y entretenimiento destinado al público joven. Pero aquí quien manda es Vocento, Atresmedia, Prisa o Mediaset ¡Qué va! No nos enteramos.

Las recientes elecciones a la presidencia del Athletic son el otro caso práctico de la semana. Ha ganado la candidatura que no ha puesto sede social, que no ha hecho debates tradicionales, la plancha que la lió con el director deportivo, al que cancelaron por unos tweets machistas y homófobos escritos cuando tenía veinte años. Pero ha ganado también la candidatura más digital, para bien y para mal, que de todo ha habido. Han perdido las opciones clásicas, el candidato bendecido por el poder político y el candidato auspiciado por el poder económico y mediático.

Han sido unas elecciones que han limitado sobremanera el poder de un periódico como 'El Correo' y de un grupo como Vocento por un lado –muestra de su decadencia continuada en los últimos años-, y de una formación política hegemónica, pero clásica, como el PNV (y Bildu), por el otro. Han ganado los aciertos, los bots y la maledicencia digital frente a la rumorología y los trapos sucios analógicos. Ha bastado con hacer una campaña con nula presencia y exposición digital del candidato, pero mucho juego subterráneo. Con eso ha bastado.

 

En unos años será inimaginable que los partidos presente candidaturas a la alcaldía una capital a una persona con 500 seguidores en Twitter, como ocurre hoy

 

Afortunadamente para los poderes clásicos, esta nueva audiencia –joven, que no usa la tele, no lee libros, pero se empapa de información constantemente en la pantalla, ve sus referentes en sus canales y se informa de otra manera- no vota mucho. Afortunadamente para la política clásica, claro.

Pero es cuestión de (muy poco) tiempo. En unos años será inimaginable que los partidos presenten candidaturas a la alcaldía de una capital a una persona con 500 seguidores en Twitter, como ocurre hoy. Instagram, TikTok, Twitch... Ahí hay que estar, personalmente o con plataformas de apoyo. De hecho, este fenómeno está pasando en sectores como el cine o la televisión, donde el número de seguidores en Instagram cuenta –y mucho- a la hora de pasar un casting.

Cómo integrar las propuestas políticas, con personalidades digitalmente atractivas pero no insulsas o vacuas, es el reto que enfrentan ya –o deberían- las personas expertas en comunicación. De momento, este grupo solo ha trabajado el lado oscuro de la herramienta: bots, calumnias, mentiras, cancelaciones, políticas de descrédito,… lo peor. 

 

Ya influye más en las elecciones salir airoso de una entrevista con Ibai Llanos que en otra con Angels Barceló, por poner un gráfico ejemplo

 

Ahora el desafío, diría que democrático, está en trasladar propuestas de futuro, compromisos creíbles, procesos de escucha reales, a los colectivos que han abandonado prensa, radio y televisión. Y que no van a volver. 

Para dejarlo bien claro: Ya influye más en las elecciones salir airoso de una entrevista con Ibai Llanos que en otra con Angels Barceló, por poner un gráfico ejemplo. Y te dará muchos más votos si ganas un debate organizado por el susodicho que por la Academia de Televisión o el Colegio de Periodistas. 

De momento apunten esta fecha: Sábado 25 de junio de 2022. El día que lo cambió todo.