Hace tan solo unos días y, según dicen, tras una intensa negociación, se daban a conocer las nuevas tablas de cotización que nos afectarán a los autónomos a partir de 2023 y que se tildan como progresivas.
Progresivas son, otro tema es que sean justas, y que de verdad respondan a nuestra realidad. Básicamente lo que se ha buscado es favorecer, o eso dicen, a los autónomos que menos ingresan, y procurar que paguen o paguemos más, los que “ingresamos” más. Aquí empezamos a tener ya la primera cuestión. Hay cierto interés por parte de algunos en pretender que facturación e ingresos sean sinónimos y, oh sorpresa, no es así. Una cosa es lo que se factura y otra lo que se cobra, y desgraciadamente a veces no coinciden, porque oh, alguien por diferentes motivos no te abona una factura y tienes que comértela con patatas.
Las nuevas tablas de cotización para los autónomos son progresivas. Otro tema es que sean justas
En cuanto se conoció la nueva tabla de cuotas, la más baja de 230 euros para quienes ingresan menos de 670 euros al mes, y la más alta de 500 para los ingresos de más de 6.000, las reacciones no se hicieron esperar. Las redes sociales echaban humo y con razón.
Somos más de 3 millones de autónomos, cada uno, evidentemente, con una casuística diferente, y todos hicimos nuestros propios números. El resultado final es que las nuevas tablas consensuadas no satisfacen a nadie, ni a los que menos facturan, ni a los que más. Desde luego, hay que ser un auténtico artista para no contentar a nadie. Y dicho esto, cabe mencionar también a los que dicen representarnos a los afectados, las asociaciones de autónomos que han aceptado estas nuevas condiciones que, aunque fueran las mejores de las posibles, llegan en el peor de los momentos. Sangrar, seguir sangrando a los autónomos cuando la situación económica está para cogerla con pinzas, cuando estamos afectados como los demás por toda la situación incierta que se vive, la crisis de suministros, la carestía de la energía, el conflicto bélico… no parece lo más inteligente.
¿Había que hacerlo ahora?, ¿justo ahora? ¿o más bien es que a alguien le interesaba cerrar este asunto ahora, y apuntarse un tanto político con un colectivo especialmente vulnerable? Ahí lo dejo.
Es de una injusticia supina que se nos valore a todos por el comportamiento de unos pocos que hacen las cosas mal
Y lo dejo ahí porque este debate ha propiciado otro respecto a los autónomos, y es la fama que arrastramos de que, por el hecho de serlo, somos defraudadores. Pues si el primer debate escuece, qué quieren que les diga de este, que cabrea y mucho. Con el convencimiento de que la mayoría de los autónomos pagamos religiosamente nuestros impuestos es de una injusticia supina que se nos valore a todos por el comportamiento de unos pocos que hacen las cosas mal. Y además es curioso que quienes nos tildan de defraudadores obvien que para que alguien cobre en “B” alguno tiene que aceptar trabajos sin factura, y eso le convierte también en defraudador.
Pues sí, estos comportamientos hay que perseguirlos y castigarlos, pero por favor, no cometan el error de generalizar, que hacerlo además de injusto, es de necios.
En fin, que vamos a acabar pagando lo que nos pidan para poder seguir haciendo eso que se considera un derecho que es trabajar. Y lo vamos a seguir haciendo porque no nos queda otra, porque somos un colectivo poco reivindicativo y poco conocedor de la fuerza que tendríamos si de verdad nos moviéramos unidos.
Si nos toca desaparecer porque ya no podemos asumir las reglas del juego, lo haremos con los mismos principios con los que nos vestimos cada día para seguir trabajando y creando empleo y bienestar
A los que dicen representarnos y a los que nos gobiernan cuando toman las decisiones sobre nosotros, háganlo con una mínima sensibilidad, y a ser posible en los momentos apropiados, a no ser que quieran que nos convirtamos en una especie en extinción más antes que después.
Si nos toca desaparecer porque ya no podemos asumir las reglas del juego, lo haremos con principios, los mismos con los que nos vestimos cada día para seguir trabajando y creando empleo y bienestar para toda la sociedad en la que nos sentimos corresponsables.