Michelin se ha sumado esta semana al elenco de firmas vascas del sector de la automoción que reduce su producción: Bridgestone ya ha echado el ancla estas Navidades, Mercedes arrancará el 2023 con recorte horario en el turno de noche y las plantas del gigante francés en Euskadi tampoco serán una excepción, con recortes del 16% y el 28% en Vitoria y Lasarte, respectivamente.
Es evidente que la automoción europea no pasa por un buen momento y que la competitividad con otros mercados sin problemas energéticos es un lastre importante. Pero tan notable es eso como que toca arremangarse y buscar alternativas para que la matriz siga siendo interés, así que la directora general de Michelin en España ya tiene deberes para el año que viene con el objetivo de que España siga siendo un emblema para los dueños de Bibendum.