Tranquilidad y buenos alimentos. El cambio en el Gobierno vasco anunciado este lunes llega con menos emoción que ese absurdo mundialito de clubes ganado por el Real Madrid. El resultado que se esperaba y sin sorpresa alguna. El lehendakari, Iñigo Urkullu, apuesta por Nerea Melgosa como sustituta de Beatriz Artolazabal al frente de la consejería de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales. Esta decisión tan previsible seguramente será tachada de continuista. Y lo cierto es que es pura continuidad, no puede negarse. Por la relación entre quien sale y quien entra, así como por el parecido de sus perfiles: ambas exconcejales en el Ayuntamiento de Vitoria; ambas alavesas de pura cepa; y ambas 'burukides', claro. En eso está la cuestión. Porque esta decisión también tiene que ver, lógicamente, con el reparto de poder del Partido Nacionalista Vasco (PNV). Urkullu mantiene así los siempre difíciles equilibrios entre los dirigentes jeltzales de cada territorio. Todo queda en casa. Lo bien repartido, bien sabe. Con los buenos alimentos, también pasa.