El pasado jueves día 4, invitado por Crónica Vasca, acudí al debate de candidatas a la alcaldía de Vitoria-Gasteiz y me gustaría compartir con los lectores algunas reflexiones sobre dicho debate. Me van a permitir hacer dos puntualizaciones antes de comenzar el análisis de las candidatas en la que es la contienda electoral más apretada de la cita del 28 de mayo.
La primera, me pareció un buen debate con unas protagonistas que dieron la talla y en tono muy dialogante y constructivo y un buen número de propuestas, que es al final lo que más ayuda al elector a la hora de elegir opción por la que votar.
La segunda es una reflexión más general sobre los debates. Poder determinar quién ha ganado un debate de candidatas es muy complicado. Quienes analizamos las campañas electorales solemos decir que los debates se ganan o pierden en función de cuanto electorado se es capaz de movilizar a favor de la posición propia o en contra de las posiciones de los demás participantes del debate (por eso es importante el postdebate en la comunicación electoral). Ante esta dificultad los analistas recurrimos a análisis de mensaje, lenguaje no verbal o estrategias seguidas por las candidatas en el propio debate para poder ayudar al elector a tomar una decisión. Este análisis se enfocará en esta última metodología y advierto a quien me lee que la decisión de quien hizo mejor función en ese debate le corresponde a él o a ella. Vamos a ello.
Repito, en general fue un buen debate con tono sosegado y muchas propuestas y las candidatas dieron, por lo general un buen nivel e incluso se vieron algunos puntos de acuerdo en el análisis de la situación entre posturas tan dispares (en principio) como Maider Etxebarria (PSE) Rocío Vitero (EH Bildu) y Garbiñe Ruiz (Elkerrekin Podemos). El análisis entre estas fuerzas es muy similar, otra cosa son las propuestas y es ahí donde las candidatas marcaron diferencias con sus compañeras.
Ainhoa Domaica hizo un gran debate. Se le vio muy segura con un mensaje muy bien trasladado y confrontando con los partidos del gobierno. Es importante señalar que el PP por fin ha salido del tono negativo, bronco y carente de propuestas de los cuatro años de mandato municipal y eso es bueno para sus posiciones y para el electorado. Por fin escuchamos propuestas bien enmarcadas en sus criticas a la gestión municipal y tal vez su mensaje flaquea un poco en materia de sostenibilidad y medio ambiente. Sus ataques a los partidos del gobierno municipal fueron comedidos, pero contundentes. Se planteó como la única alternativa real al PNV-PSE y utilizó el concepto de cambio sin tener que recurrir al concepto de rebeldía utilizada por el PP en otros soportes. Yo no descartaría que el PP con Ainhoa Domaica pudiese acercarse (y veremos si es capaz de competir) a las tres opciones de cabeza.
Roció Vitero tiene claro el diagnóstico de ciudad, tiene claro el mensaje y tiene claro el relato que tiene que contar (el suyo y el que hace referencia a los demás). También fue una de las candidatas más críticas con el gobierno municipal e incluso se permitió el lujo de responder al PP en materia de medio ambiente utilizando Doñana como excusa. Se salió del discurso clásico de la Izquierda Abertzale y se centró en la ciudad y en sus propuestas y eso le puede acercar a electorados a los que antes no llegaba (en realidad lleva toda la campaña haciéndolo y eso es para ella un punto a favor). El único pero que se le podría poner es que su discurso divaga cuando tiene que salirse del girón marcado por su mensaje y relato.
Maider Etxebarria me sorprendió mucho y positivamente. Esperaba una candidata más insegura, pero la verdad es que desarrollo un buen debate y centro sus intervenciones en dos aspectos, emprendimiento y defensa de su obra de gobierno. Es aquí donde puedo encontrar su mayor pero. Su mensaje central de campaña no está bien definido y es una incoherencia que defienda obra de gobierno que comparte con el PNV y en el minuto final se plantee como alternativa al PNV. Se defendió bien de los ataques de Domaica.
Beatriz Artolazabal se centró en comunicar valores de partido (seriedad, rigor en la gestión) sabedora que su mayor baza electoral es la marca partido. En su minuto final dejo claro cuál será su relato de campaña al presentar la elección como una pugna polarizada entre ella (más bien su partido) y la “Izquierda Abertzale”. Tal vez le faltaron propuestas, pero atención que la comunicación de valores es uno de los activos de campaña que más movilizan y atraen electorado. El otro, pero y el más importante fue su lenguaje no verbal. Pasó gran parte del debate recostada sobre su asiento pudiendo dar lanzar un mensaje de tranquilidad (esta elección está ganada), pero a la vez pudo resultar soberbia.
Garbiñe Ruiz tiene claro quién es su público objetivo y a ese público van orientadas la mayor parte de sus propuestas lo cual pude lastrar su capacidad de llegar a otros electorados. Se le vio muy insegura al estar demasiado anclada a sus notas (incluso leyó gran parte de sus intervenciones) Habría esperado de ella posiciones más críticas con la gestión del gobierno municipal, pero se centró en poner en valor sus aportaciones en los acuerdos presupuestarios en el Ayuntamiento.
Una vez dibujadas los papeles de las candidatas y a modo de conclusión, debemos preguntarnos si el debate sirvió para aclarar a los indecisos su voto y si cambia el escenario electoral de las próximas semanas. En mi opinión un elector dubitativo que haya seguido el debate o el postdebate puede haber definido su posición (eso es lo que hace bueno al debate del jueves) y como cambio de escenario destacaría dos puntos: El PP puede estar en la pelea por la alcaldía si siguen con ese mensaje crítico, sosegado y con menos carga negativa; y Roció Vitero lejos de haberse descolgado de la pelea, tiene posibilidades de ser alcaldesa.