A Bildu le han salido las cosas a pedir de boca en estas elecciones municipales y forales. Su campaña, con la salvedad de los candidatos condenados, ha sido excelente a la hora de movilizar al votante de izquierdas. Ayuso y su recurso a ETA también han resultado claves.

Bildu ha despertado la ilusión que tan importante resulta en política entre votantes que en otro momento podían haber elegido a otros partidos y especialmente a Podemos. Una campaña muy cuidada en la que se ha recurrido a argumentos más cercanos a la izquierda que a lo abertzale y el uso de prescriptores "españoles" explican este éxito en gran medida. Por si fuera poco, en Bizkaia y Álava Bildu ha puesto en valor a candidatos provenientes de Alternativa, una escisión de la antigua Ezker Batua.

Una campaña muy cuidada en la que se ha recurrido a argumentos más cercanos a la izquierda que a lo abertzale y el uso de prescriptores "españoles" explican este éxito en gran medida

La candidata madrileña Ayuso, sobre la que actualmente gravita el PP, ha ayudado con su recurso a ETA, observado en Euskadi más como victimismo oportunista que como un verdadero argumento político. Le ha funcionado en Madrid y probablemente también en comunidades como Valencia, Baleares o Cantabria, donde se produce un vuelco. Se ha comido a Ciudadanos y ha frenado en seco a Vox. Sacar a colación a ETA parece que vende en ciertos lugares.

De ahí que el más enfadado por la irrupción de Ayuso en la campaña vasca fuera Andoni Ortuzar, el líder del PNV que se olía algo malo para su partido. Muchos votantes jeltzales se han quedado en casa y es muy probable que otros se hayan decantado por Bildu. El PNV pierde tres junteros en Bizkaia y Gipuzkoa, dos en Álava y dos de Geroa Bai en Navarra y cae en casi todos los ayuntamientos, con la salvedad de Donostia, donde Eneko Goia ha resistido.

El más enfadado por la irrupción de Ayuso en la campaña vasca fuera Andoni Ortuzar, el líder del PNV que se olía algo malo para su partido

Especialmente grave es lo ocurrido en Bilbao (-2) y Vitoria-Gasteiz (-1), además de una larga lista de pueblos en los que el PNV ha perdido la mayoría, como Llodio, Amurrio, Oyón, Sopela, Gernika, Tolosa o el mítico Alonsotegi, una localidad salpicada por la corrupción de varios alcaldes jeltzales. Bildu se convierte en segunda fuerza en Erandio, Santurtzi y Eibar y en Durango y Galdakao ya no necesitará a Podemos. Además, a nivel de comunidad autónoma, supera en número de concejales al PNV y casi le duplica en Gipuzkoa.

Probablemente por la desmovilización jeltzale, el PP sube ligeramente en Bilbao y supera al PNV en Vitoria-Gasteiz. En Getxo se mantiene a duras penas como segundo partido. Vox consigue un juntero en Alava y dos en Navarra. Podemos pierde en todas partes.