¿Emprender con éxito?

Si cualquiera entra en Google y teclea las palabras "emprendedor" y "éxito", pronto encontrará un enorme listado de artículos publicados en medio mundo sobre los consejos para triunfar al emprender, así como multitud de ejemplos de personas que se han hecho de oro emprendiendo. Sin embargo, ser emprendedor y tener éxito no suele ser lo más habitual.

Las estadísticas de Cepyme hablan de un índice de supervivencia del 50% tras los primeros tres años y el ratio va cayendo según va pasando el tiempo. Los gestores de capital riesgo saben que solo una de cada diez inversiones en startups tendrá éxito, pero como el rendimiento suele ser espectacular, compensa todo lo perdido.

En realidad, el emprendedor es más bien una persona relativamente inconsciente con un enorme optimismo que le permite soñar que sus proyectos se van a hacer realidad, sea para mejorar el mundo o simplemente para enriquecerse. Es esa ilusión la que le lleva a montar un negocio y hacer jornadas de 14 horas o más, con permiso de Yolanda Díaz, pasar noches en vela porque el dinero no le llega y empeñarse hasta más no poder para poder pagar sueldos, con el suyo en último lugar.

El emprendedor es más bien una persona relativamente inconsciente con un enorme optimismo que le permite soñar que sus proyectos se van a hacer realidad

Evidentemente, el verdadero emprendedor no tiene tiempo para presumir en las redes sociales. Si algún día le va bien, cosa harto improbable, sí podrá cambiar de plan pero para entonces o bien estará tan cansado que solo querrá retirarse en el mayor de los anonimatos o bien estará tan emocionado que no podrá parar y seguirá montando negocios, que es lo que suele ocurrir. Es lo que se llama "emprendedor en serie", como si lo fabricaran en China.

Pero lo más habitual es que al emprendedor le vaya mal y fracase. Enterrado por las deudas y abandonado por una sociedad que sigue sin aceptar que se aprende más de los errores que de los aciertos, entonces borrará incluso su linkedin, una red social en la que también se presume pero de una forma más profesional. Hay algunos emprendedores vascos que se han atrevido a relatar sus quiebras pero se pueden contar con los dedos de una mano.

Hay algunos emprendedores vascos que se han atrevido a relatar sus quiebras pero se pueden contar con los dedos de una mano

Vivimos en una sociedad en la que el emprendedor ha sido vilipendiado desde todos los lados, pistoleros "del pueblo" incluidos, y en la que se sigue dando por hecho que los jóvenes acuden a la universidad para colocarse después en multinacionales y, sobre todo, en alguna administración. Somos campeones mundiales en miedo al fracaso, según indican de manera reiterada los estudios GEM de emprendimiento. Y a pesar de todo parece que decir que se es "emprendedor" es algo que vende.