Las cuestiones económicas, la economía, suelen convertirse en temas de interés en las campañas electorales, si bien pocas veces se profundiza en los asuntos de fondo, que acaban siendo soslayados para ocuparse de temas más prosaicos y de rifirrafes más populares. Esta precampaña que estamos viviendo antes de las elecciones generales no es una excepción, aunque si hay algún matiz respecto a otras ocasiones, y en concreto es que el PSOE está abanderando la economía como un asunto capital para defender su gestión, cuando eso, ha sido capitalizado normalmente por la derecha. Y claro, depende de quien te cuente la película, el argumento, los protagonistas, los antagonistas y sobre todo el final, son distintos.
Conviene en todo caso, y con el afán de tener criterio sobre el tema, hacer un sencillo
ejercicio, que no es otro que coger los datos o las informaciones económicas de un día,
y ver si hay más aspectos positivos que negativos o a la inversa. Por ejemplo, y si cogemos en Euskadi las noticias económicas más sobresalientes de un día al azar, aparece lo siguiente: en Euskadi tenemos la tasa de absentismo más alta. Cada vasco faltó de media 21 días a trabajar. Esto no es malo, es un récord pésimo. Por otro lado parece que la economía vasca, va a ser la más dinámica del país.
Sin duda y a priori esto es bueno, siempre y cuando el resto de economías no estén
paralizadas o en retroceso, y estemos hablando de un dinamismo relativo. Aquí va algún dato más del mismo día. Los costes de las pymes se han disparado casi
un 30% en dos años. ¡Un 30%! Malo, malísimo. Pero es que además, la carestía de la
energía está hundiendo a 20 de cada 100 empresas del sector siderúrgico. Malo, muy
malo, sobre todo si tenemos en cuenta que aquí somos especial e históricamente
industriales. ¿Quieren más? Los ejemplos continúan y ahora, les selecciono dos
porque algunos hacen referencia explícita a lo que afecta a nuestros bolsillos un día sí
y otro también. El incremento de la inflación nos ha subido el gasto a todos la friolera
de un 7% y la vivienda ha subido aquí, por encima del 6%.
Hay más pero creo que los datos anteriores son más que válidos para confirmar una
doble afirmación: hay un buen número de empresas que atraviesa por dificultades, y
son muchas las familias, que no sólo no han notado todas las medidas que se han
puesto en marcha para aliviar la inflación, sino que directamente, no llegan a final de
mes.
Así que cuando nos cuentan que la economía va como una moto, pues la cosa tiene sus matices. Bueno es sin duda, que estemos creciendo por encima de la media europea si no fuera porque decrecimos también mucho más que el resto y esto se nos suele olvidar. Y bueno es que las perspectivas sean buenas si no fuera porque no dejan de ser eso, pronósticos, que a veces se cumplen y otras no.
Tenemos problemas y son problemas estructurales que no se arreglan con una
inyección de millones de euros en ayudas con los que “nos han sorprendido” en el
último consejo de Ministros. No iban a dejar que las subvenciones decayeran en pleno proceso electoral y siguen apostando por ayudas indiscriminadas, que nos afectan/benefician a todos por igual, independientemente de las necesidades de cada
uno.
De la deuda publica que vamos contrayendo y sobre la que Europa tiene puesta la
lupa, si eso, hablamos otro día. Así que ¿cómo va la economía? pues depende de quien te lo cuente, por lo que lo mejor es que cada uno se preocupe por la suya, y procure llegar a final de mes.
En esto de saber cómo vamos es mucho más útil preguntar a quienes gestionan la economía doméstica, normalmente mujeres, que hacen ingeniería financiera para
exprimir lo que tienen que hacer teniendo siempre presente una máxima: si sale más
de lo que entra, antes o después se adivina la hecatombe. A mí me da que sale más de lo que entra. Economía real.