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En una semana tan movida política y empresarialmente podríamos hablar de esa operación de José Antonio Jainaga para comprar Talgo, de todos los problemas que acechan al Gobierno central, de ese impuesto a las energéticas que denunciaron desde Petronor-Repsol o de las largas listas de espera de Osakidetza. Sin embargo, esta semana quiero hablarles de otra cosa.

Esta semana la Fundación Fernando Buesa y el Instituto Valentín de Foronda han organizado su ya tradicional seminario en Vitoria. Un seminario centrado en esta ocasión en las herencias del franquismo y del terrorismo, con unas víctimas que comparten más de lo que parece.

El citado seminario es desde hace años una cita ineludible para hablar de memoria en Euskadi. Es más necesario que nunca hablar aquí de memoria. De una memoria democrática sobre lo que pasó durante el terrorismo de ETA y también de lo que pasó durante el franquismo.

En Crónica Vasca siempre defendemos una memoria polifónica, integradora, poliédrica, que no deje a nadie atrás y que se ocupe de todas las vulneraciones de derechos. Lo más terrible y lo más reciente para la sociedad vasca ha sido el terrorismo de ETA, claro está, con más de 800 muertos y tantos heridos y tantos amenazados y tantos extorsionados y tanta gente que se tuvo que ir de aquí. 

También, como digo, hay otras vulneraciones de derechos, como por ejemplo todos los crímenes del terrorismo de estado. Con casos nunca suficientemente investigados y con algunos de los culpables indultados o incluso premiados de tapadillo. Además, este seminario ha puesto luz sobre esas heridas provocadas por el franquismo.

La Fundación Buesa y el Instituto Valentín de Foronda han vuelto a desarrollar un seminario extraordinario. Con voces más que relevantes del mundo político pero también del científico -profesores y profesoras de la Universidad, expertas y expertos- y de las propias víctimas, como la citada Sara Buesa con su profundo discurso de apertura.   

Todos ellos han vuelto a evidenciar que en Euskadi se sigue necesitando hablar de memoria y construyendo memoria. Como siempre decimos aquí y como siempre dicen la propia Fundación Buesa, Covite u otros colectivos, una forma de hacerlo es deslegitimando el terrorismo en todas sus formas y en todas las calles. 

Este seminario, en suma, nos ha enseñado mucho sobre lo que hemos sido y sobre lo que debemos ser, sobre el pasado y también sobre el futuro que necesita Euskadi.