Unos cuantos días después, con Cerdán en la cárcel y Ábalos en la picota, por fin el presidente del Gobierno ha dado a conocer un documento al que ha denominado Plan Estatal de Lucha Contra la Corrupción, un documento que contempla un desplegable de 15 medidas más o menos concretas, para afrontar la porquería que supone la corrupción.

Si alguien esperaba algo más, que lo haga sentado, porque esto es lo que hay.

Lentejas. Ya saben el dicho: si quieres las comes, y si no las dejas. Parece que el autor del “Manual de resistencia” en algún momento se planteó dimitir pero escuchando las opiniones de unos y otros, la idea no prosperó y el 'capitán' decidió que no estaba bien abandonar el barco en las actuales circunstancias.

15 medidas para intentar abordar la lacra de la corrupción que nos abrasa dando una nefasta imagen de país dentro y fuera. 15 declaraciones de intenciones con creación entre otras cosas de una agencia de integridad pública independiente, muy importante el apellido este de independiente, porque al parecer todavía eso es posible o al menos algunos, en concreto el presidente, así lo cree.

Lo de la independencia en estas cosas es una duda más que razonable.

El presidente Pedro Sánchez en el Congreso

Y además cosas tan modernas como: sistemas de compliance anticorrupción, uso de la IA, una nueva Ley de Administración Abierta que mejore la transparencia que al parecer la anterior no tenía.

Hay más cosas: más control sobre los partidos, novedades jurídicas variadas, incremento de penas, listas negras…y así hasta llegar a la 15 que no tiene desperdicio.

La medida 15 propuesta por el gobierno de Sánchez, reza literalmente “se realizarán estudios demoscópicos anuales sobre la percepción y experiencia directa de la corrupción en España, y se lanzarán campañas de concienciación ciudadana y refuerzos de la formación de los empleados públicos en integridad y prevención”.

Estudios demoscópicos y concienciación ciudadana. Vaya tela. Los sondeos se los pueden ahorrar.

El exministro de Transportes José Luis Ábalos con su consejero Koldo García EFE

Ganar tiempo

Los estudios para conocer la percepción ciudadana, se los pueden ahorrar. Presidente, le resumo la conclusión de los mismos: estamos hartos. Tan hartos que podríamos caer en el insulto, pero eso nos situaría en el lado de los políticos que argumentan insultando, y no queda nada bien. De verdad, no hace falta que nos lo pregunten una vez al año porque lo mismo acabamos recurriendo al insulto ese que queremos evitar.

Lo de la concienciación ciudadana también tiene lo suyo. Empiecen por concienciarse ustedes  mismos y luego ya hablamos. Los ejemplos que nos ofrecen son cualquier cosa menos aleccionadores. Así que la receta a quien corresponda que algunos ya venimos concienciados de casa.

Empiecen a concienciarse ustedes y luego hablamos. Los ejemplos que nos ofrecen son cualquier cosa menos aleccionadores

Vamos a admitir que no era fácil presentar nada en las actuales circunstancias y que Sánchez ha conseguido lo único que podía permitirse ahora mismo: ganar tiempo. Que pase el verano y esperar que la vuelta sea más tranquila de lo que está siendo esta operación salida.

Ganar tiempo. Algo en lo que Sánchez es especialista, dilatar los plazos mientras poco a poco se va consumiendo la legislatura.

Se lleva eso sí, los recados de quienes le están apoyando en este momento. Unos más críticos que otros, pero todos los grupos que apoyaron la investidura, temerosos de romper un equilibrio que aunque es absolutamente inestable se mantienen porque gusta mucho menos lo que hay en el otro lado.

Los grupos que apoyan a Sánchez temen verse salpicados por esta oleada corrupta sobre la que ya nos ha sacado los colores Europa

Todo va a depender sin duda, de cómo evoluciones los acontecimientos y mucho me temo que eso en este momento no lo sabe ni el presidente. Los grupos que le apoyan, temen y con razón, verse salpicados por esta oleada corrupta sobre la que ya nos ha sacado los colores en Europa, donde por cierto tengo serias dudas de que se conformen con las quince propuestas de Sánchez.

Es inevitable en estas situaciones recordar cómo reaccionaron otros ante situaciones más o menos semejantes. Por ejemplo la inmediata dimisión del primer ministro de Portugal tras verse envuelto en un caso de corrupción en proyectos energéticos, un caso que finalmente se quedo en nada. Tan cerca y tan lejos.

Toca esperar acontecimientos y ver como se articulan están quince medidas con las que se ha salido del paso pero desde luego no se ha convencido prácticamente a nadie.