La noche de noviembre de 1938 el nazismo coordinó una oleada de violencia antisemita en Alemania y en Austria, donde hordas de alemanes afines al nacionalsocialismo arrasaron comercios y propiedades judías. Se conoce como la Noche de los Cristales Rotos, pero la ira contra los judíos se había fraguado políticamente poco a poco.

Las autoridades alemanas habían endurecido los requisitos de permanencia en el país para los judíos polacos, lo que provocó deportaciones masivas de judíos. Luego, un atentado del que se responsabilizó a los judíos prendió la gasolina de una noche de infame recuerdo, así como todas las consecuencias de la política racista de Hitler. No fue algo espontáneo, había una estrategia, había premeditación, manipulación y propaganda.

No pretendo alargar la cuestión de Torre Pacheco a lo ocurrido en 1938, no quiero caer en la ley Godwin y cerrar en falso la situación preocupante que se está viviendo en la localidad murciana, pero debemos recordar que el odio se fabrica. Las imágenes del asalto al Kebab me han perturbado, me han acercado en parte a lo que tuvo que ser la Noche de los Cristales Rotos.

Las imágenes del asalto al Kebab me han perturbado, me han acercado en parte a lo que tuvo que ser la Noche de los Cristales Rotos

El delito de odio existe en nuestro código penal y caerá sobre quienes lo ejerzan sobre un colectivo vulnerable, pero me importa realmente más el delito de odio que presuntamente se está ejerciendo desde la política, y pongo lo de presunto porque no han sido juzgados aún por la justicia, aunque a ojos de cualquier demócrata los líderes de Vox han repartido los roles de este macabro juego en contra de los derechos humanos. Por cierto, al mismo tiempo que el Partido Popular los definía como partido de Estado en boca de su secretario general, Miguel Tellado.

La Fiscalía ha dado un primer paso abriendo diligencias contra el presidente de Vox en Murcia, José Ángel Antelo, al vincular inmigración y delincuencia. Desde la formación ultra responsabilizan al bipartidismo de financiar la inmigración irregular y afirman que con Vox llegarán las deportaciones, la seguridad y la paz en los barrios.

Reconozcámoslo, esto lo hemos escuchado decir en nuestras calles, en Euskadi, en el bar, en el supermercado, en la parada del metro. Se ha perdido el pudor a lanzar estos mensajes racistas porque políticamente están naturalizados, blanqueados y en alza.

La Fiscalía ha dado un primer paso abriendo diligencias contra el presidente de Vox en Murcia, José Ángel Antelo, al vincular inmigración y delincuencia

La verdad en datos nos presenta una realidad muy diferente. Mientras las tensas noches de Torre Pacheco se suceden, conocíamos esta semana los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en relación con Euskadi.

101.580 son los afiliados extranjeros a la S.S. lo que supone un incremento del 1,33% más con respecto al mes anterior y de 5.073 comparado con junio del pasado año. Los trabajadores extranjeros tienen un peso del 9,87% del total de 1.029.145 cotizantes, la mayoría procedentes de fuera de la Unión Europea, principalmente Colombia, Marruecos, Venezuela y Nicaragua.

Los trabajadores extranjeros tienen un peso del 9,87% del total de 1.029.145 cotizantes

Ahí está Amir, mi pescatero, el mejor de todo el pueblo, el que maneja los pescados a la altura de un chef cinco estrellas, dejándolos perfectamente listos para cocinar. También Fatiha, la madre de uno de los amigos de mi hijo, una mujer que se desvive por sacar a su familia adelante. Está la chica que empuja la silla de ruedas de la vecina o Claudia con su próspero negocio de uñas y estética.

No echen en falta la condena a lo ocurrido el domingo. La terrible paliza a este anciano sin mediar motivo aparente y que ha terminado con la detención de tres personas, la última en Rentería y por la Ertzaintza.

El mensaje no es de impunidad, desde luego que el que la hace la paga según nuestras herramientas legales ¡faltaría más! Que es muy distinto a sumarse a una manada indiscriminada de odio instrumentalizada desde los partidos ultras. Solo los peces muertos son los que son arrastrados por la corriente.