No hay verano que se precie que no tenga unas cuantas “serpientes” o “culebrones”, como prefieran llamarles. No me negarán que en este 2025 vamos sobrados y nuestra infinita paciencia, al menos la de un servidor, empieza a estar al límite.
Por si fuera poco con el punto y seguido con todos los casos de corrupción en la política nacional, esta pasada semana nos encontramos en Euskadi con unas declaraciones del presidente del EBB del PNV, Aitor Esteban, abriendo de nuevo un melón del que parece que aún no están escarmentados en el principal partido del Gobierno Vasco: la conexión del TAV con Navarra.
Siguiendo la línea que en su día marcó el Lehendakari Pradales, ha vuelto a mostrar sus preferencias por la conexión a través de Ezkio-Itsaso, en detrimento de la propuesta alavesa. Los dos con unos argumentos de mucho peso técnico: Pradales alegando que si miramos Euskadi desde el cielo esa es la conexión más recta y Esteban afirmando, sin pudor, que si no hay problemas geológicos es la opción más segura porque va por un túnel.
Son palabras textuales de sus declaraciones, en el caso de Esteban, en la entrevista en un medio cuya cabecera está en Gipuzkoa, no sabemos qué habría dicho si la entrevista hubiera sido en un medio alavés.
Confieso que estoy muy sorprendido con este comportamiento que, en mi modesta opinión, me parece muy torpe para un partido de la trayectoria del PNV que presume, como no podría ser de otra manera, de construir país.
¿Qué necesidad hay ahora de decantarse por una de las 2 opciones pendientes cuando hasta el año que viene no van a conocerse los informes técnicos definitivos?
Evidentemente, no se ha hecho esperar la respuesta del Diputado General de Álava, Ramiro González, recordando a su “jefe” de formación que esa no es la postura oficial acordada en la Asamblea General del PNV, el pasado mes de marzo. ¿Qué necesidad hay ahora de decantarse por una de las 2 opciones pendientes cuando hasta el año que viene no van a conocerse los informes técnicos definitivos?
El TAV debe ser un proyecto de país y, sinceramente, creo que hay aspectos mucho más urgentes de los que deberían preocuparse ahora mismo, como el avance de las obras de la Y vasca y su conexión con Burgos, que la toma de partido por una conexión u otra cuando aún no se conoce el informe técnico.
Les recuerdo algunas de las cuestiones que la propia asamblea jeltzale decía que se iban a tener en cuenta a la hora de elegir la conexión del TAV entre Euskadi y Navarra: funcionalidad real y capacidad de red, tiempos de viaje, los aspectos medioambientales, el coste de construcción, producción y mantenimiento.
Cuestiones claras que ya conocemos: el coste de la conexión por Ezkio-Itsaso es un 40% mayor, en su gran parte derivado de la construcción de un túnel de más de 21 kilómetros, puede imaginarse también cuál será su coste ambiental.
Me parece un error de bulto y de verdad que no entiendo que posibles motivaciones puede haber detrás de esta insistencia de los principales dirigentes del PNV
Creo que estas declaraciones no son la mejor manera de permitir un debate tranquilo y sosegado que mire por los intereses generales del país, no de uno u otro territorio en particular. Me parece un error de bulto y de verdad que no entiendo que posibles motivaciones puede haber detrás de esta insistencia de los principales dirigentes del PNV por seguir enredado un nudo que ya está bastante enredado.
Pero como no todo van a ser malas noticias en la alta velocidad vasca, la semana pasada el Gobierno vasco aprobó la contratación del proyecto constructivo del nudo de Arkaute y el Gobierno central, las obras de construcción del primer tramo de la línea Burgos-Vitoria entre Ameyugo y Pancorbo, 8,4 km que van a costar 323 millones.
Pequeños pasos hacia delante en un proyecto eterno que ya nadie se cree que vaya a estar listo para 2030, nuevo retraso que sumar a una lista interminable de promesas incumplidas por todos los partidos, aquí no se salva nadie. En el mejor de los casos, en otoño de 2027 tendremos el proyecto constructivo de la primera de estas obras, luego hay que licitar y contratar sus obras de construcción, hagan cálculos, pero ya les digo yo que comenzaremos nueva década sin el TAV entre las 3 capitales vascas. De la fecha de su conexión con Madrid, mejor ni hablamos para no deprimirnos aún más.
Lejos de acercar el TAV a nuestras vidas, cada vez lo alejan más
Con este panorama, creo que ni los vascos ni las vascas nos merecemos estas serpientes veraniegas que crean nuestros líderes políticos. Lo que de verdad nos merecemos es que se pongan a trabajar de verdad para acelerar unos plazos que, lejos de acercar el TAV a nuestras vidas, cada vez lo alejan más.
Mientras, seguiremos emitiendo miles de toneladas de carbono a la atmosfera por no tener un transporte ferroviario del siglo XXI entre las 3 capitales y seguiremos colapsando nuestras carreteras de viajes ineficientes que se podrían resolver de otra manera.
Deshagamos el nudo de una vez, y no me refiero solo al de Arkaute, y establezcamos un cronograma claro y un compromiso firme para garantizar la llegada del TAV lo antes posible. Nuestra economía también depende de eso y cada día de retraso supone una importante pérdida para nuestra competitividad como país.