trabajadores / EFE
Lo que se está percibiendo desde hace ya tiempo resulta muy preocupante.
Hace una década la persona que tenía un trabajo podía desenvolverse de una manera aceptable. Hoy en día esto ha cambiado, pues se observa que a pesar de tener un trabajo, a la gran mayoría de trabajadores les resulta muy difícil llegar a fin de mes con un solo salario.
Un gran porcentaje tendría serias dificultades si surgiera un imprevisto de seiscientos euros. Y lo pasaría bastante mal para poder llegar a sufragarlo. Además, hay que señalar que en España en estos momentos alrededor del veinticinco por ciento de las personas se sitúan en el umbral de la pobreza.
Esta eliminación de un poder adquisitivo que hace desaparecer a lo que se ha venido conociendo como clase media indudablemente aboca a sociedades que no son deseables.
El salario exiguo que generalmente existe, que es de alrededor de mil trescientos euros mensuales; el alto precio de la energía; el precio de la vivienda en venta e incluso en alquiler que obliga a que sea necesario compartir piso; y la subida del precio de comestibles que se utilizan a diario están llevando a que los trabajadores sean cada vez más pobres. A que se encuentren en la imposibilidad de poder vivir dignamente.
Es absolutamente necesario y urgente resolver el problema de los salarios, la vivienda, la sanidad y la subida de precios soterrada que parece que es algo en lo que resulta que no hay tregua
Existe en la actualidad un número creciente de trabajadores que no pueden ni siquiera pensar en ir una semana de vacaciones. Y obviamente, con este poder adquisitivo que además día a día se va reduciendo más, las personas se ven en la imposibilidad de poder accede,r por poner ejemplos, a la sanidad que no se encuentre en lo público. Y ni poder tampoco crecer a través de formaciones de vanguardia, pues suele ser este tipo de formación de carácter privado.
Por lo tanto esas restricciones, indefectiblemente, conllevan siempre que las personas no puedan llegar a desarrollarse en lo personal, pues los problemas sanitarios lo impiden, lógicamente. Ni laboralmente, porque la formación vanguardista es precisa para alcanzar niveles de desarrollo profesional. Y es obvio que las sociedades en que se integran estas personas, al no poder sus integrantes alcanzar su máximo, tampoco podrán alcanzarlo.
Por consiguiente es absolutamente necesario y urgente resolver el problema de los salarios, la vivienda, la sanidad y la subida de precios soterrada que parece que es algo en lo que resulta que no hay tregua.
Es intolerable que personas que trabajan se encuentren en esta situación. Además, parece que no existe salida alguna y que no le ocupa y ni siquiera le preocupa a nadie. Ya que es evidente que a fecha de hoy, no se ha tomado ni una sola medida tendente a arreglar ninguno de estos asuntos, ni siquiera a poder llegar a paliarlos.
