En este año se conmemoran 40 años de los primeros casos de VIH en el mundo. Durante estas 4 décadas, la ciencia ha avanzado mucho y, actualmente, la esperanza de vida de una persona con el VIH con tratamiento antirretroviral es similar a la de la población general. Sin embargo, a pesar de los avances científicos, las personas que padecen el sida continúan estando "estigmatizadas y discriminizadas" por la sociedad. El portavoz de la Comisión Antisida de Álava, Mikel Resa, ha expuesto a `Crónica Vasca´que "ningún persona con VIH "quiere ser la cara de la enfermedad" cuando en otras afecciones lo primero que se hace es ponerle cara para sensibilizar y conocer la enfermedad. Ésto es así debido a la discriminación que todavía padecen las personas con VIH en la sociedad que les hace "vivir ocultos" y les causa problemas de "ansiedad y depresiones que repercuten en su calidad de vida".
La pandemia, como en otros muchos ámbitos, ha repercutido en elaborar "diagnósticos tardíos" en casos de personas con VIH, así como en el número de nuevos casos experimentados en el País Vasco durante el pasado 2020 que con 18 fueron la cifra más baja desde 1985. Un descenso en las cifras que Resa achaca al periodo de confinamiento y las restricciones que implica que haya habido "muchas menos relaciones e interacciones sociales". Osakidetza atendió el pasado año a un total de 6.106 pacientes con tratamientos antirretrovirales que "no se han visto afectados" por la pandemia ocasionada por la covid-19 al existir "un trato directo" que ha posibilitado el tratamiento médico continuo de cada paciente. "El objetivo principal es que cada enfermo tenga su tratamiento para lograr una carga viral 0, indetectable, ya que así no puede transmitir la enfermedad".
El estigma social se extiende en muchos casos al ámbito laboral, aunque "tras cambiarse la Ley el pasado año ya no se pueden pedir analíticas para acceder a Ofertas Públicas de Empleo". En este sentido, un informe del Ararteko aseguraba que "no se ha producido ni un sólo caso de transmisión del VIH en el medio laboral de un trabajador a otro" y reflejaba que "a práctica de la prueba de detección del VIH a los trabajadores/as supone una intromisión en la vida privada de las personas que no tiene ninguna razón de ser ya que, desde el punto de vista preventivo, existen unas medidas de seguridad e higiene en el trabajo que aparecen en el ordenamiento jurídico".
Resa expone que para la juventud "el sida es como hablarles de dinosaurios", ya que no tienen referencias al respecto ni aparece en los medios de comunicación con la crudeza y las muertes que se producían antaño. "Preguntan por los anticonceptivos para evitar embarazos no deseados. Eso es lo que les preocupa, pero el VIH les queda muy lejano" añade.
La infección por VIH es mayoritariamente una infección de transmisión sexual, por lo que la prevención, fundamentalmente mediante el uso del preservativo y evitando prácticas de riesgo, "sigue siendo clave". El Departamento de Salud vascoa sigue manteniendo todas las líneas de actuación contempladas en el Plan Vasco del SIDA e ITS, cuyo propósito es, no solo prevenir los contagios, sino también mejorar el pronóstico de salud de las personas ya afectadas y evitar que las personas que ignoran estar afectadas lo transmitan sin saberlo.
Por otro lado, en 2020, se llevaron a cabo un total de 1.043 test rápidos de VIH en las farmacias de Euskadi. Osakidetza dispone de tres consultas específicas de infecciones de transmisión sexual, una en cada territorio y, asimismo, ofrece una virtual para hombres que tienen sexo con hombres.