El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha pedido a quienes creen que "esparcir basura contra el independentismo de izquierda sigue siendo rentable en términos políticos" que dejen de "mentir" y de "embarrar el terreno juego" y traten con respeto las propuestas de la coalición independentista. En una entrada en su blog titulada 'No nos esperen en la mentira ni en el fango', Otegi señala en alusión al PNV, aunque no lo cita expresamente en el artículo, que "esparcir basura no forma parte de la manera de entender el compromiso" de la izquierda abertzale y remarca que "éste no es un tiempo de trincheras" sino de abrir un "debate popular y nacional sobre los grandes retos que marcarán una década".

Esta entrada en el blog se ha producido después de que el partido de Sabin Etxea a través de Aitor Esteban señalase este lunes que existe "una pequeña contradicción" en que Otegi viajara este pasado domingo a Girona a participar en un acto electoral de ERC, cuando en Euskadi se ha pedido que, "en la medida de lo posible, no se salga" ni del municipio ni de la Comunidad Autónoma y teniendo en cuenta que la coalición soberanista ha reclamado "muchas veces" al Gobierno vasco endurecer las medidas anticovid. 

Otegi, sin referirse al PNV en ningún momento, afirma que "enrabietarse" puede ser "comprensible como reacción", pero "no es sostenible como posición ante la crisis" actual y exige que "hay que estar a la altura, más en el caso de los que están comprometidos en solucionar los problemas de la ciudadanía". "Dividir el mundo entre la bondad perfecta de los propios y la maldad intrínseca de los adversarios es un mecanismo de los malos gobernantes para no asumir la responsabilidad", señala. "Dejen de esparcir basura" y "pónganse manos a la obra", concluye Otegi que asegura que el país "lo agradecerá" porque necesita de "soluciones urgentes". 

Desde los Presupuestos Generales

Esta relación de tensión permanente entre los jeltzales y los batasunos se hunde en la memoria de los tiempos, pero desde los 'malos' resultados electorales del PNV el pasado julio, que aunque ganó con más escaños perdió apoyos y vio como su rival se le acerca cada vez más y, especialmente, desde que EH Bildi apoyó los Presupuestos Generales del Estado y se convirtió en actor 'útil' de la política nacional, la pelea de celos ha ido in crescendo. Esta disputa representa el nuevo marco político que pretende construir EH Bildu para la actual legislatura: la de una formación política que influye en Madrid, un papel, el de la interlocución nacionalista vasca con el Gobierno central, que hasta la fecha se había atribuido en exclusiva el PNV. Este posicionamiento abertzale es una declaración de intenciones: dejar claro que pretende convertirse en un partido útil para Euskadi, ser un interlocutor fluído del Gobierno de Pedro Sánchez, una función que socialmente siempre se le ha atribuido al PNV, hasta la fecha el socio vasco preferente en Moncloa. La pugna entre los dos partidos dibuja un nuevo escenario político en Euskadi. Esta es la nueva normalidad que se vislumbra tras la desaparición de la banda terrorista ETA.