El Gobierno vasco rechaza la Superliga por "anteponer el negocio a la actividad deportiva". Así lo ha expresado el portavoz del Ejecutivo, Bingen Zupiria, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, en la que equiparaba la industria del fútbol a una "industria recreativa" que indica que las instituciones deben centrarse en el fomento de la actividad física y deportiva no profesional

La nueva competición impulsada por los grandes clubes europeos ha sacudido el panorama futbolístico en el que el resto de organizadores de competiciones europeas y nacionales critican que se fundamente "en el interés de unos pocos" . De consolidarse, la Superliga Europea aspira a ser un campeonato semicerrado independiente de las ligas nacionales que conforman la UEFA y de la que forman parte 12 clubes fundadores que tendrían garantizada su participación, independientemente de los resultados, y pretende "adaptarse a la demanda y preferencias del público", tal y como afirma el fundador y presidente, Florentino Pérez.  

"Estas cosas indican que cada vez más el fútbol espectáculo se ha convertido en una industria recreativa que tiene más de negocio que actividad deportiva", ha afirmado el Consejero, cuya postura se suma a la de los clubes vascos, contrarios a un modelo que excluye a la gran mayoría de equipos y 'aumenta la distancia entre pequeños y grandes'. 

En la comparecencia de prensa, el también consejero de Cultura ha explicado que su departamento no tiene ninguna partida de ayudas a los clubes profesionales de fútbol y baloncesto. En este sentido, ha precisado que las ayudas se dirigen al deporte de élite no profesional, a la promoción de la actividad física y a buscar la internacionalización y la promoción de la igualdad de género y del deporte femenino en los clubes que no son considerados de categoría profesional.