'Condenar': reprobar algo que se tiene por malo, como un hecho o una conducta. Así califica el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española la palabra que tantas discordias está levantando estos días, y estas semanas, en el panorama político vasco. En especial, a EH Bildu.
La coalición, liderada por Arnaldo Otegi, sigue manteniéndose al margen de las declaraciones institucionales de "condena" al acoso sufrido por Mikel Iturgaiz, hijo del presidente del PP vasco Carlos Iturgaiz. Fuentes del partido con las que ha podido hablar este periódico, aseguran que cada uno "tiene derecho a emplear su lenguaje" y piden también reflexión sobre ello a los medios. Rechazo, repulsa, condena... hay abierto una batalla de términos que impide que todos los partidos políticos unifiquen su postura en las instituciones de cara a este tipo de actuaciones violentas con tintes ideológicos. Y, por desgracia, ya van dos en un mes.
La reacción hasta el momento más clara ha sido desde el Ayuntamiento de Bilbao desde donde han enviado un comunicado mostrando su solidaridad con el joven y han expresado su rechazo a "este tipo de actitudes en cualquier ámbito, ya que impiden construir una sociedad basada en la buena convivencia y en los valores democráticos". Añadían que para ellos es "inaceptable que se aproveche el deporte, y en particular el fútbol, para verter insultos y amenazas de motivación política, homófoba, racista o machista hacia los deportistas o entre los aficionadas".
Los ayuntamientos de Vitoria y San Sebastian han sido los primeros en redactar una declaración institucional ante lo ocurrido. Todos los grupos municipales, a excepción de EH Bildu, han expresado su "rotunda condena y repulsa" al "acoso" sufrido por el joven de 23 años el pasado sábado mientras jugaba un partido de fútbol en un campo de Gernika. La izquierda abertzale repite la misma línea argumental que hace un mes con la agresión que sufría el exconcejal del PP del Ayuntamiento de Vitoria, Iñaki García Calvo, cuando no respaldó ninguna de las declaraciones intitucionales por incluir la palabra "condena". Desde el Ayuntamiento de Gernika sí se han desmarcado de esto y han suscrito la declaración que "condenaba" lo ocurrido.
En su momento se pronunciaron publicamente y ahora, en conversación con este medio, fuentes de la coalición abertzale afirman que suscriben lo dicho en aquel momento. "La postura de EH Bildu es evidente y claro que es una barbaridad lo que le ha pasado al chaval y por supuesto que es intolerable. Pero cada uno tiene su lenguaje y obligar a alguien no ayuda, solo busca humillarnos y hacernos pasar por el aro", explican a Crónica Vasca.
Cuentan que ellos ya han planteado una alternativa en el Parlamento vasco para mostrar unanimidad ante este suceso, siguiendo el antecedente de lo empleado con la agresión homófoba a un joven en Basauri hace unas semanas, pero aseguran que les han dicho que no. "Cuando ocurrió esto, todos los partidos, a excepción de Vox, suscribimos nuestros "rechazo más enérgico". En esa ocasión si se aceptó cambiar el término, ahora hemos planteado la misma fórmula y no, ¿por qué?", argumentan desde la izquierda abertzale.
Sin embargo, desde la coalición caen en contradicciones. No hay "condena" en el caso de Iñako García Calvo, ni en el de Mikel Iturgaiz, ni en la agresión homófoba en Basauri. Sin embargo, en la Diputación de Gipukoa, si han expresado, junto con el resto de partidos, su "condena rotunda" por los abusos y la agresión sexual denunciados por dos mujeres en Lasarte-Oria. Una batalla terminológica que deja latente que la unanimidad institucional para posicionarse frente a ciertas acciones o episodios es algo que aún dista de ser realidad.