Los movimientos en la izquierda abertzale siguen manteniendo el 'tira y afloja' para no romper con sus bases más radicales. Tras las declaraciones con motivo del décimo aniversario de la tregua definitiva de ETA, el desmarque de los presos de los 'ongi etorris' y los acuerdos con los Presupuestos Generales del Estado y las Cuentas de Urkullu, el fallecimiento del etarra, Antton Troitiño, se ha convertido ocasión de lanzar un mensaje en sentido contrario.
El secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, ha afirmado que la muerte del expreso de ETA, Antton Troitiño, supone "un día de duelo para la izquierda abertzale", en el que "llorar a una nueva víctima del conflicto". Estas declaraciones chocan con los últimos mensajes lanzados desde EH Bildu y encajan con un movimiento, como el de la inclusión de David Pla, ex jefe de ETA, en la dirección de Sortu, que buscaría mantener la cohesión interna.
Troitiño, según informa Europa Press, fue condenado a 2.700 años de cárcel por 22 asesinatos y falleció este viernes en el hospital de la localidad guipuzcoana de Irún como consecuencia de la "grave enfermedad" que padecía. Troitiño salió de la cárcel en libertad condicional el pasado 5 de febrero de 2021. Cumplía condena en la prisión de Estremera, en Madrid, de la que fue excarcelado para "ser tratado de su grave enfermedad en su entorno".
El líder de Sortu, Arkaitz Rodríguez, ha visitado este sábado, junto al coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, y histórico dirigente de la izquierda abertzale Rufi Etxeberria, el tanatorio de Irún, donde se encuentra el cuerpo de Troitiño.
Tras su visita, Rodríguez ha afirmado que el de hoy es "un día de duelo para la izquierda abertzale" en el que "llorar a una nueva víctima del conflicto". Asimismo, ha apostado por "vaciar las cárceles y no mantenerlas llenas o continuar llenándolas".
"El compromiso de este movimiento con la paz y la convivencia es más firme que ayer. No vamos a cejar en nuestro empeño hasta alcanzar la paz y la libertad", ha añadido.