El rey Felipe VI en su tradicional alocución de Nochebuena ha vuelto a insistir en la necesidad de la institución sea un ejemplo de "integridad moral". Justo cuando se está especulando con el regreso del rey emérito, Juan Carlos I, a España y cuando se espera que la Fiscalía del Supremo cierre en los próximos días las diligencias abiertas contra don Juan Carlos.
La pandemia, en plena sexta ola de contagios, ha sido otra de las referencias de su intervención del Jefe del Estado que ha destacado la esperanza en doblegarla y consolidar una fase de recuperación apoyada con la vacunación.
Felipe VI ha dado un espacio importante en su discurso a la recuperación económica y se ha felicitado del regreso al crecimiento y la recuperación de la mayoría de los puestos de trabajo a la vez que ha defendido que haya empleo “estable y digno”, en especial, para los jóvenes.
El Jefe del Estado se ha mostrado preocupado por la vulnerabilidad de muchas personas y hogares por la subida de los precios y el coste de la energía, y ha destacado la oportunidad histórica que representan los fondos europeos para asentar una recuperación iniciada.
En cuanto a la situación política, el monarca ha reclamado a los responsables políticos que "debemos tener siempre presente los intereses generales y pensar en los ciudadanos". Por eso ha pedido recuperar la "confianza" con un comportamiento político que "no impida los consensos y que garantice que el interés de la sociedad y la resolución de sus problemas sean la prioridad".
Ante la fase de recuperación ya en marcha, y horas después del acuerdo entre Gobierno, patronal y sindicatos para la reforma laboral, Felipe VI ha expresado el deseo colectivo de que haya “una sociedad avanzada en lo económico y social, con empleo estable y digno y con un Estado del bienestar sólido”.
El rey, según recoge la Agencia EFE, ha admitido que el actual escenario global, marcado por factores como la pandemia, las nuevas tecnologías o la inestabilidad, está “lleno de incertidumbres y contrastes”, pero ha animado a “no dejarse llevar por el pesimismo, ni el conformismo, esperando que los problemas se resuelvan por sí solos”.
“Debemos reaccionar. Debemos entender y asumir las nuevas transformaciones que de manera tan acelerada estamos viviendo, tomar la iniciativa e intentar ir por delante de los acontecimientos; y debemos igualmente adaptarnos rápidamente a los cambios, teniendo siempre claros nuestros grandes objetivos y prioridades como país”, ha alentado en su mensaje televisado desde el Palacio de la Zarzuela.
A su entender, también es un tiempo de “nuevos proyectos, ideas y oportunidades” para poder progresar y mejorar. Los retos que hay por delante sitúan a España y a otras naciones en “una auténtica encrucijada”, según el monarca, pero, al mismo tiempo, en “una oportunidad histórica para actualizar y modernizar el país” manteniendo “firmes los principios democráticos y los valores que inspiran la convivencia”.
“En lo que hagamos o decidamos de ahora en adelante está en juego que podamos seguir progresando junto a las naciones más avanzadas o que perdamos el paso en nuestro camino”, ha advertido.
Felipe VI ha enfatizado que los fondos europeos para la recuperación representan “una ocasión única que no se puede desaprovechar” para que la economía española sea “cada vez más digital, más verde y más inclusiva”.